Apenas son unos pelillos, ¡pero taaannnn importantes (no solo nos protegen del sudor, de la suciedad, del sol, etc., sino que son fundamentales para embellecer nuestro rostro). Y a diferencia de lo que ocurre con el resto de las zonas del cuerpo, aquí, este vello, cuanto más tupido y oscuro, mejor, más nos gusta. Pero como casi nunca tenemos lo que queremos, nos las hemos ingeniado para conseguirlo de otra manera.

La opción más socorrida (y casera) para lograr unos ojos que atraigan todas las miradas es aplicarnos un par de capas de máscara, pero es una solución de "mírame y no me toques" y a muy corto plazo. Hoy, afortunadamente, disponemos de otras técnicas, que exigen pasar por un salón, eso sí, pero que multiplican la efectividad del rímel y su duración. Veamos:

Extensiones. Son perfectas para todas aquellas mujeres que tienen pocas pestañas y quieren más cantidad. La técnica consiste en pegar con un adhesivo hipoalergénico una a una pestañas naturales o sintéticas a un 1mm de la raíz de las originales y sin tocar el párpado para no irritarlo, un proceso en el que se tarda de 60 a 90 minutos (también se pueden colocar en abanicos). El resultado es espectacular, muy natural, y dura unas cinco semanas, aunque exige un mantenimiento cada 15 días. “El único problema que plantean es que en verano sudamos más y esto puede perjudicarlas, por lo que hay que tener ciertas precauciones. Además, debemos evitar el vapor y el agua caliente en la cara al lavarnos, no usar máscara o limpiador de ojos waterproof –ya que puede afectar a su unión– o fórmulas oleosas y usar solo máscara con base de agua en las puntas y un buen “sealant”, transparente o negro, para aumentar la longevidad de las extensiones”, explica Bárbara Torres, distribuidora oficial en España de Nouveau Lashes.

Lifting. La mejor solución si tienes unas pestañas cortas. “Lo que se hace es estirar la propia pestaña, en vez de rizarla, creando un efecto de mayor longitud y espesor”, apunta Torres. Se realiza en 45 minutos y dura unas seis semanas, en las que, además, no es necesario utilizar máscara.

Long Lash. Este es un novedoso tratamiento para alargar y rizar las pestañas sin utilizar postizos. La fórmula para curvar y dar volumen es colocar unas almohadillas de silicona, sin pegamento, y a continuación un gel para alargarlas y otro para ahuecarlas. Dura entre cuatro y ocho semanas y no requiere mantenimiento.

Rímel permanente. Es una técnica perfecta para las poco mañosas y para la temporada de verano, porque podrás lucir tu mejor mirada en la playa o en la piscina sin preocuparte de que se corra la máscara. Y conseguirás el mismo efecto; es decir, alargar, rizar y espesar, pero con la diferencia de que con este sistema ¡no necesitarás desmaquillarlas en tres semanas! Además, como recuerdan desde Claudia di Paolo, “este tratamiento es ideal para corregir las pestañas rectas, descendentes o con remolinos”.

Tinte. Lo más recomendable en pestañas claras o finitas. Este método de coloración dura algo más de un mes y se puede combinar con la técnica del rímel permanente. “Además, protege al vello de la acción decolorante del sol, especialmente agresiva para las pestañas rubias”, señalan en Claudia di Paolo.

Ahora que sabes todo esto, no te juegues las pestañas y sácales el mejor partido.