Son por todos conocidos los usos del bótox para la eliminación de las arrugas de la frente y las patas de gallo. Pero en los últimos años, los usos de la bacteria 'Clostridium botulinium'  se ha extendido a otros ámbitos de la belleza como por ejemplo en el cabello y el pecho. Dos nuevos usos que están causando furor en Asia.

Hairtox

Está recomendado para todo tipo de cabellos, sobre todo para los tratados químicamente, y los que tienen las puntas abiertas. Reduce el encrespamiento en los cabellos rizados, aporta volumen y fuerza en los débiles, además facilita el peinado en el pelo liso. Es decir, rejuvenece nuestra melena tal y como lo haría el bótox con nuestra piel. Para obtener una melena sana y brillante, se recomiendan cinco sesiones una vez al mes. Lo puedes probar en Madrid en 'V&I Salón de belleza' desde 25 euros.

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Breastox

El tratamiento de moda en Asia. Se trata de relajar los músculos inferiores de los pechos y mantener tensos los superiores, de manera que los senos se eleven. Aunque en España todavía no tiene mucha repercusión, en Inglaterra ya tiene muchas defensoras, como la doctora Nirdosh, en cuyas manos se pone Victoria Beckham cada vez que pisa Londres y que recomienda este tratamiento en su propia web por: 'Es más seguro, más rápido que un aumento de pecho. No duele y no deja cicatriz'.

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Deja de sudar

El uso de bótox para este problema sólo se recomienda cuando la sudoración es excesiva. Se trata en que la bacteria impide la correcta transmisión de señales de los nervios en la piel, es decir, las glándulas no reciben la orden de que tienen que sudar. Los lugares más comunes para aplicarlos son las axilas y las palmas de las manos. Hay que repetirlo, para que sea efectivo, cada seis meses.

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Para la incontinencia urinaria

Ha sido la solución milagro para muchas mujeres que sufren este problema, tan común en el género femenino. El Ministerio de Sanidad aprobó el uso del bótox para este tema hace algunos años y ya es un tratamiento que cubre la Seguridad Social. El método consiste en inyectar bótox en las paredes de la vejiga. Aislando el músculo del nervio se puede evitar que las órdenes de contracción lleguen y así se controla la incontinencia.