Si no le das muchas vueltas a la hora de elegir un champú u otro, cambia el chip. Escoger el aliado perfecto para tu pelo puede conseguir el brillo, fuerza y limpieza que siempre has querido.

1. ¿Frecuencia de lavado?
Si tienes un pelo más bien graso, vives rodeada de mucha contaminación, o trabajas fuera todos los días, no hay peligro alguno en lavarse el pelo a diario. Si por el contrario, tu pelo es seco (lo tienes rizado o teñido), o vives en el campo o en un lugar sin contaminación, lavarte el pelo cada dos o tres días es lo ideal.

2. ¿Demasiada cantidad?
A no ser que gastes un bote por lavado, no suele ser demasiado. En general, la cantidad equivalente al tamaño de una moneda suele ser suficiente, aunque la longitud de tu pelo puede modificarla.

3. ¿Temperatura del agua?
El agua caliente suele ser bastante agradable y ayuda a enjuagar mejor el pelo, pero sin pasarse de temperatura. Lo que sí es recomendable es terminar el lavado con un chorro de agua fría, para conseguir un mayor brillo.

4. ¿El champú caduca?
La mayoría pueden durar entre dos y tres años. De todas formas, si te lavas el pelo con un producto caducado, no te perjudicará. Tan solo no será tan efectivo como uno sin caducar.

5. ¿La protección del color está reñida con el brillo y volumen?
Para nada. Muchos de los champús que protegen el color de tu pelo incluyen un “ingredientes extra” para conseguir volumen y brillo. Si con eso no te basta, puedes alternar con tu champú protector y el de brillo y volumen de vez en cuando.

6. ¿Frecuencia de uso de un champú extra limpiador?
Si sueles usar muchos productos capilares o ir a la piscina, dos a la semana; para conseguir hacer una limpieza más a fondo y retirar los restos minerales que se acumulan. En el caso de que tengas el pelo graso, es conveniente usar ese tipo de champús en cada lavado.

7. ¿El precio de los champús de peluquerías influye?
Muchas veces, pagamos 10€ por mascarillas o champús de pelo que nos lo destrozan. Aunque hay empresas que invierten en la investigación y creación de sus productos capilares, muchas otras se aprovechan de la marca o envase. Por eso, ten cuidado antes de que te carguen un extra en el recibo.

8. ¿Cambiar de champú?
Es algo común decir que cuando ha pasado un tiempo, el champú que usas pierde su eficacia. En realidad, no es el champú en sí, sino tu pelo, el cual se ha acostumbrado. Por eso, es recomendable ir variando entre dos o tres tipos distintos.

9. ¿Necesario acondicionador?
Sí, y mucho. Todo el mundo debería usarlo para prevenir las puntas abiertas y la sequedad del pelo. Como quien dice, cada persona es un mundo, y también es aplicable al pelo. Aunque puede costarte encontrarlo, una vez descubras a tu acondicionador perfecto, no lo soltarás nunca.