Seguro que ya tienes las vacaciones en mente. Sea cuál sea tu destino, si vas a coger un avión, y más si va a ser un viaje largo, debes conocer cómo afecta a tu piel estar tantas horas dentro de la cabina, para poder prevenir las consecuencias que vendrán después.

La incomodidad o incluso el miedo a volar puede causar estrés en la piel. Así que sí, puede decirse que ella también llega a sufrir de “jet lag”. Entre otros efectos de la cabina, está que las mucosas de la piel se resecan, volviéndola tirante. ¿Sabes por qué? Porque la cabina de un avión es uno de los ambientes más secos que existen. El aire dentro de un avión puede alcanzar la aridez del desierto. Y es que, garantizar la correcta presurización conlleva que la humedad del aire sea mucho menor de lo normal en torno al 8%, frente al 60% de España en general. Nuestro nivel de agua corporal también desciende durante un vuelo en torno al 20%.

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Debido al estrés y a la deshidratación, si tienes la piel seca, durante el vuelo se resecará aún más. Por otro lado, si tu piel es grasa, producirá más sebo del habitual. A esto tienes que sumarle la radiación ultravioleta más intensa en los aviones.

Antes del viaje:

Es muy importante que hagamos una correcta limpieza del rostro y también que apliquemos una mascarilla hidratante, que nos ayude a retener el agua. También es importante aplicar sérums que nos ayuden a reforzar la barrera cutánea y utilizar productos con antioxidantes potentes como la vitamina C.  Aprovecha las escalas para re-hidratar la piel, caminar y relajarte. Si tienes la piel grasa, puedes aplicarte una exfoliación entre vuelo y vuelvo.

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Para evitar estos efectos nocivos y sus consecuencias, es fundamental hidratar la piel antes de montarse en el avión. Esto debe hacerse tanto en la piel del rostro, como en la piel de las manos y en otras zonas descubiertas del cuerpo. Beber agua durante todo el vuelo, también es clave para conseguir mantener a raya la deshidratación.

Después de un vuelo todas nuestras funciones vitales están alteradas y la presión arterial es más baja. Es por esto necesario un buen descanso y hacer algún ejercicio suave, como caminar. Si hay mucho desfase horario, lo mejor será intentar adaptarte al horario local durmiendo o retrasando un poquito el descanso, dependiendo de la diferencia. Si puedes, además, ingiere alimentos drenantes y que estén cargados de ácidos grasos como el Omega 3, tu piel se repondrá mucho más rápido. 

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Uxía B. Urgoiti.

Periodista por amor a la lectura y editora web por mi pasión a aprender.