Esta temporada la moda nos lo ha puesto en bandeja para lucir escote con vestidos y blusas de estilo bandeau; y el invierno promete también enseñar esa parte de la anatomía con cuellos en pico, así que presta un poco más de atención a esta zona de tu cuerpo que sueles dejar abandonada y que requiere cuidados específicos… durante todo el año.

Somos conscientes de que aún eres joven y justamente por eso todavía no te preocupa la flacidez de la piel de esta parte de tu cuerpo, pero si quieres conservarla firme y tersa el mayor tiempo posible, empieza desde ya a tomar algunas medidas. ¡Nada se mantiene por casualidad!

1. Acude a un extra cada 15 días: una buena exfoliación

Estamos ya más que concienciadas de limpiarnos la cara antes de irnos a la cama, pero ¿cuántas veces te acuerdas de extender los cuidados al escote? No basta con el agua y el gel que le toca de pasada en la ducha diaria. Para que esta piel, que es especialmente fina (tiene unos 0,02 mm de espesor) y frágil, se mantenga sana conviene ayudarla con un peelingsuave cada dos semanas. Inmaculada Canterla, farmacéutica especializada en Dermocosmética y Medicina Antiaging, recomienda “una mezcla de hidroxiácidos específica para exfoliar esta zona, aumentar su renovación celular y ayudar así a la penetración de otros ingredientes”.

2. Dale los mismos cuidados que a tu cara

Seguro que te encantaría tener menos glándulas sebáceas en otras zonas del cuerpo, pero resulta que donde se encuentran en menor cantidad es en el escote. ¿Consecuencia? Que esta piel se reseca, y mucho más si está expuesta a los cambios de temperatura, al aire acondicionado, etc. Para evitarlo, aplícate por la mañana y por la noche la misma crema hidratante (y si te acercas a la treintena o la pasas, procura que tenga efecto tensor) y sérum que te pones en el rostro y bebe mucha agua y alimentos que la contengan en gran cantidad.

3. Nunca lo pongas al descubierto sin protección

Si te horrorizan las marcas del bikini y siempre te acuerdas de bajarte los tirantes del top cuando tomas el sol, no te olvides de lo más importante: el fotoprotector. Esta piel es especialmente sensible al daño solar, porque tiene menos melanocitos, que son los que nos ayudan a combatir la radiación, así que aplícate un bronceador con SPF 50, tanto si planeas bajar a la playa como si vas de terrazas con la camisa un poco desabrochada. Seguramente ni se te ocurre pensar en estos momentos en las arrugas, pero si no tomas precauciones ahora, en unos años te arrepentirás. El sol es un de sus principales enemigos, porque deteriora los tejidos y es el responsable de las líneas finas y las manchas que estropean un bonito escote.

4. Combate las estrías con buenos hábitos

La dermis de esta zona del cuerpo es pobre en colágeno y elastina, por lo que resulta menos elástica y se daña con más facilidad. Aparte de las cuestiones genéticas (contra las que poco se puede hacer), la pérdida brusca de peso y una alimentación deficiente suelen estar detrás de las temidas estrías, esas líneas rosadas, cuando son recientes, o blanquecinas, si son más antiguas, que afean el pecho, así que, ya sabes, lleva unos hábitos saludables para evitar su aparición. Esta rotura de los tejidos no es fácil de eliminar, aunque la cosmética especializada puede ser una aliada para ayudar minimizarlas, sobre todo si son recientes. No obstante, lo más efectivo suele ser recurrir al láser.

5. Ejercita esta parte de tu anatomía

Cuando vayas al gimnasio o hagas una tabla en casa, no dejes de lado esta zona, porque se puede tonificar ejercitando la musculatura de sostén. Te ayudarán ejercicios isométricos, como los press con mancuernas o flexiones, y también es muy buena opción nadar, pues se trabajan los músculos pectorales. Y si te gusta correr o realizar deportes con impacto hazlo siempre con un sujetador deportivo que se adapte perfectamente al pecho y que lo mantenga firme y estable para minimizar el movimiento y desplazamiento repetitivo que se produce y provocar su descolgamiento.

6. Mantén una postura correcta ¡siempre!

¿Te acuerdas de eso que te decía tu madre de que caminaras recta? Pues eso aplícatelo también cuando estés delante del ordenador: siempre en posición de “firmes” si quieres evitar la caída prematura del pecho. Y en la cama evita dormir boca abajo, porque al oprimir el busto se acentúan las arrugas de esta zona y se favorece la flacidez la piel.

7. Aplícate un maquillaje que realce tu “personalidad”

¿Te gusta lucir canalillo, aunque no tengas demasiado pecho? El contouring acude en tu ayuda. Para empezar, elige un sujetador push up que junte y eleve los senos y después juega con los claroscuros del maquillaje para resaltar las zonas estratégicas y crear la ilusión óptica de mayor volumen. ¡Internet está lleno de estos tutoriales!