Seguro que alguna vez te habrá pasado eso de comprar el perfume que lleva tu mejor amiga porque te encanta, pero cuando llegas a casa y te lo pones, no lo soportas. No sabes por qué, pero en ti no huele igual; es más, estás pensando en regalárselo.

Pues para que no te arrepientas nunca más ni tires tu dinero, sigue nuestros consejos. En realidad, acertar con una fragancia no requiere mucha ciencia, solo conocer unos pocos trucos infalibles. Sigue nuestros consejos si quieres dejar huella a tu paso.

1. Sin rastro. La primera lección parece básica, pero no solemos ponerla en práctica. A partir de ahora recuerda que cuando vayas a comprar una fragancia no debes haberte perfumado para que tu olor no interfiera en la percepción de las fragancias que estás probando. 

2. Con cuatro basta. Si empiezas a probar varios perfumes acabarás completamente confundida. No satures a tu pituitaria, experimenta solo con cuatro y empieza con los más ligeros. Una recomendación: hazlo primero sobre un mullet (papel secante), descarta dos y rocía tu piel con los dos que más te hayan gustado.

3. Di no al flechazo. Los fabricantes saben cómo seducirnos, por eso las notas de salida (las primeras que percibes cuando abres un frasco) suelen ser agradables, pero no te dejes impresionar fácilmente. El verdadero olor de un perfume (el que perdura) aparece a partir de los 20 minutos, con las notas de fondo, así que aplícate los que has seleccionado en las muñecas y espera a ver cómo evolucionan pasadas unas horas. Piénsalo de esta manera: la fragancia no se va a terminar, siempre puedes comprarla al día siguiente y así te asegurarás de escoger la que te entusiasma de verdad.

4. ¿Dejar una estela sutil o marcar territorio? Eso ya depende de los gustos de cada cual. Y no tiene nada que ver con qué cantidad te apliques (o no solo tiene que ver con eso). Lo más relevante es el grado de concentración de sus aceites esenciales. Así que si lo tuyo es pasar bastante desapercibida opta por la variedad más ligera, el eau de toilette, donde alcanzan entre un 4% y un 8%, aproximadamente; la siguiente variante en el grado de intensidad es el eau de parfum, que tiene entre un 9% y un 16%, y finalmente el perfume, con más del 20% de aceites esenciales.

5. Echa un vistazo a los ingredientes. Las versiones cítricas suelen ser más volátiles y el aroma se va mucho antes. El jazmín y la rosa son las esencias más utilizadas en perfumería y las más solicitadas, de manera que si no lo ves (o hueles) claro, tendrás más papeletas para acertar si apuestas por un perfume que incorpore estas notas clásicas.