¿Por qué tienes que hacer un diagnóstico exhaustivo de uñas? Si quieres lucir una auténtica obra de arte con tus esmaltes debes hacerlo sobre un lienzo impoluto que, sobre todo, esté 100% sano. Apunta los cuatro problemas más comunes que debes controlar para garantizar el éxito.

1. ¿Tienes manchitas blancas? Seguramente tu madre te dice que son por falta de calcio. Pues ¡es falso! Para tener unas uñas sanas necesitas una alimentación equilibrada en la que es importante ingerir proteínas (es uno de los ingredientes estrella de las cápsulas específicas de nutricosmética). Esos puntos blancos suelen ser microtraumatismos que aparecen por culpa de pequeños golpes. Para que te hagas una idea, pueden aparecer solo con meter las manos en los bolsillos de unos pantalones ajustados.

2. ¿Uñas mordidas? Sí, sabemos que lo haces de forma inconsciente… Pero es un ataque a tus manos. Dañas la parte interna de las uñas, estropeas su forma original y provocas heridas a su alrededor que se pueden inflamar. ¿La solución? Si no eres capaz de controlar ese gesto, pásate por un centro especializado y apuesta por unos postizos acrílicos durante un par de meses. Será suficiente para quitarte el hábito.

3. ¿Manicuras amarillas? La uña está formada por diferentes capas y las más externas son las que más sufren. El doctor Vicente Delgado, de la AEDV, afirma que cuando las maquillas mucho y no las dejas respirar, se muestran ásperas, sin brillo y amarillentas ya que los pigmentos de los esmaltes penetran en la superficie. Para evitarlo utiliza una base protectora transparente que actúe como una película entre el color y la piel.

4. ¿Manos deshidratadas?La experta de Opi, Suzi Weiss-Fischmann, nos revela que para que tus manicuras luzcan debes exfoliar la piel periódicamente y utilizar una crema de manos nutritiva todo el día.