El objetivo final está claro: disfrutar más de la temporada estival. Y para ello, tener lo que te rodea en orden te ayudará más de lo que te imaginas. Así lo cree Alicia Iglesias, organizadora profesional (su trabajo es ordenar las moradas de las demás), y autora de Orden y Limpieza en Casa, además de programa propio en Ten TV ('Vidas en orden').

"El verano está muy bien, pero a veces nos altera un poco", cuenta. Vacaciones, reuniones familiares y de amigos extra u horarios descontrolados facilitan que tus métodos del resto del año se vean alterados. Te contamos qué tienes que hacer para que, una por una, no entorpezcan la diversión innata de la estación más hot. ¿Lista?

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ANTES DEL VERANO
- Contrata una limpieza intensiva. Hay dos grandes momentos para hacerlo: en marzo, para decir 'hola' a la primavera y en septiembre, para dar la bienvenida al otoño. "Yo no contrato a nadie durante el año, pero en estos dos meses puntuales sí pido ayuda para limpiar a fondo mi casa", nos cuenta Alicia. Y es que, a veces es necesario dar un paso más allá (¿qué hay de la parte alta de esos ventanales? ¿o del interior de los armarios de tu cocina?). Si aún no has hecho el previo a la primavera, aún lo puedes hacer antes del verano (y es que "más vale tarde que nunca"). Marcar estos dos grandes hitos de la limpieza en tu calendario harán que el mantenimiento del resto del año vaya sobre ruedas.

PARA RECIBIR EL VERANO
- Retira todo lo que tenga una 'carga invernal'. Di adiós a las mantas y a las alfombras. Incluso puedes atreverte a cambiar de cortinas (de unas gordas y pesadas a otras muy ligeras). ¿El resultado? "Darle un aire fresco a tu hogar", dice Alicia, en consonancia con el verano. Y un truco de la experta antes de guardarlas: echa bicarbonato sobre la alfombra y enróllala con el producto aplicado. Cuando a los tres meses la vuelvas a abrir y la aspires creerás que es una alfombra nueva. "Se quedan como los chorros del oro", dice.

- Cambia el olor. El sentido del olfato es fundamental para que haya un verdadero cambio. "Tenemos que olvidarnos del olor a jengibre, ideal para el otoño, y pasar a uno más fresco como el menta", aconseja la experta.

- Despréndete de (¡todo!) lo que no es necesario. Por un lado están todas esas cosas que acumulas poco a poco (los papeles que traes de la oficina y vas apilando, facturas, decenas de USBs, etc), y por otro lado, todo lo que hace tiempo que no utilizas. "Es buenísimo tirar cosas", dice Alicia Iglesias, y antes del verano es un buen momento para ello. Este es el orden que aconseja la especialista para conseguirlo (de menos a más carga emocional): despensa, frigorífico, menaje, entrada de casa, salón, ropa, fotografías y joyas. "Lo importante es saber que nuestra vida no puede depender de las cosas. Yo soy defensora del minimalismo, del no apego", concluye.

- Las cosas están para utilizarlas. Una vez hecho la 'limpia', lo que te queda (que tienen que ser cosas que de verdad te gusten), debes utilizarlo y disfrutarlo. "Cuando me preguntan cuándo sacar la vajilla buena, mi respuesta es clara: ¡todos los días!".

- Cambia el armario. El jersey gordo no puedes verlo durante los meses de calor, ni el vestido vaporoso debe colgar de la percha en invierno. "Aunque Marie Kondo diga que no es necesario hacerlo, yo creo que sí lo es, porque vivimos con temperaturas muy diferentes", dice Alicia. Y junio es un buen mes para hacerlo.

EN PLENO VERANO
- El contenido de la maleta. Regla número uno: evitar el 'por si...'. Otro truco es preparar tu equipaje por looks. "Si te vas 14 días con 10 looks es más que suficiente; si lo haces una semana, escoge 7 outfits", sugiere Alicia. ¿Qué consigues? 1) Llevar una maleta organizada. 2) No romperte lo más mínimo la cabeza una vez estás tumbada en la playa (o en la montaña), pensando en qué te vas a poner al día siguiente.

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- La forma de la maleta. Dobla cada pieza 'rectagulizándola', un término inventado por Alicia. Con cada prenda debes conseguir hacer rectángulos casi perfectos, doblando las esquinas, y recogiendo cualquier fleco o volante que pueda tener la prenda. Después, colócalos de forma vertical (en lugar de una camiseta sobre otra, una detrás de otra, para que veas todas a golpe de vista). Olvídate de los neceseres XXL y rígidos (y elige uno de tamaño normal y blando), y utiliza bolsas para separar las cosas (pueden ser los looks), consiguiendo que no se arruguen tanto las cosas. ¡Y ojo! El cargador de móvil o el cepillo de dientes, guárdalo en algún lugar accesible, y evita destrozar toda la maleta cuando solo quieres recuperar tu cargador.

Programa el iRobot. Son las diez de la noche, y te encuentras de nuevo empaquetando para la vuelta a casa: los 15 días de vacaciones, se han acabado. Entre tanta melancolía, nada mejor que echar mano de Roomba de iRobot, el robot doméstico que te dejará la casa limpia y perfecta para cuando llegues. Solo tienes que descargarte la Home app, darle al play... Y Roomba se pondrá manos a la obra, mientras tú le puedes 'vigilar' a través del Clean map, un mapa de tu casa que te va diciendo por dónde ha pasado la máquina. Fácil, ¿no?

DESPUÉS DE LAS VACACIONES

- La maleta se deshace el día que llegas. Aunque lo hagas a las dos de la madrugada. "Sé que apetece tumbarse en el sofá, pero hay que hacer este esfuerzo porque si no, va a estar la maleta dando vueltas durante días... Y lo sabes", cuenta Alicia. Primera premisa para que la vuelta a casa, sea organizada.