Mira, sabemos que eres una buena persona pero es que a veces simplemente necesitamos decir una mentirijilla. Ya sea para librarte de algo que no aguantas hacer o una excusa para justificar aquella salida de tono el otro día… a veces es más fácil si mientes un poquito.

1. Has quedado con tus amigas. Llegas tarde. ¿Quién no ha dicho alguna vez aquello de “ya estoy de camino”?

Lo que en realidad quieres decir: “me estoy metiendo en la ducha”.

2. Con tu chico en el baño:

“No tengo ni idea de quién ha podido usar tu crema de afeitar” (glug!).

Lo que en realidad quieres decir: Pues sí, mira, he usado tu crema de afeitar ecológica para depilarme… las axilas… ¡y las piernas enteras!

3.  Un cotilleo en el trabajo y le dices a tu compañera: “tranquila, no se lo digo a nadie”.

Lo que en realidad quieres decir: “En cuanto te des la vuelta se lo cuento por watsapp a mi novio, mis amigas y a toda la oficina”

4. En el cumpleaños de tu nueva amiga: “¡Felicidades! Te he comprado esto especialmente para ti”.

Lo que en realidad quieres decir: “La madre de mi novio me regaló ese espanto hace dos Navidades”.

5. Saliendo por la puerta para ir de cena con tu novio: “Me pinto los labios un segundo y nos vamos”.

Lo que en realidad quieres decir: “Voy a cerrar la puerta del baño, hacer pis, luego me repasaré el eyeliner durante 15 minutos ¡y listo!”

6. En casa de tu amiga: “¿Puedo pasar al baño un momentito?”

Lo que en realidad quieres decir: “¿Puedo pasar al baño a cotillearte los cajones, probarme tus cremas y hacerme un par de selfies?”

7. Le mandas un watsapp a tu chico desde la discoteca: “No estoy borracha, voy bien”.

Lo que en realidad quieres decir: “¡Voy taaan borracha! Cuando llegue a casa… cuando llegue a casa tenme preparada una aspirina!”

8.  Un vecino te invita a su cumple: “Ojalá puediera ir pero esta noche estoy fuera de la ciudad”.

Lo que en realidad quieres decir: “Voy  a pasarme la noche en casa tirada viendo la tele, pero dos pisos más abajo. Tú no te enterarás de nada porque puedo ser muy silenciosa”.

9. Cuando tu mejor amiga anuncia que se casa: “¡Aahhh felicidades!”

Lo que en realidad quieres decir: “¿En serio? ¿Me vas a dejar sola? O sea, me alegro  tanto por ti pero.. ¡Miedo!”.

10.  Le contestas a ese tío pesado que no para de mandarte mensajes: “Estoy casi sin batería”.

Lo que en realidad quieres decir: “Tengo 96% de batería pero a ti no hay quien te aguante”.

11. Le dices a tu amiga “¿Ah si? No recibí tu mensaje”.

Lo que en realidad quisiste decir: “Siento mucho haber sido super mala amiga anoche pero ahora mismo no quiero tener que disculparme, pero tú y yo sabemos lo que ha pasado aquí. Somos amigas. Todo está bien".

12. Tu jefe te envía un email a las 2 de la mañana con trabajo urgente: “Uy, debe de habérseme almacenado como spam”.

Lo que en realidad quieres decir: “¿Pero tú estás loco? A las dos de la mañana o estoy durmiendo o estoy follando y desde luego ¡ninguna de las dos cosas tienen nada que ver contigo!”.

13. Al chico guapo del trabajo: “Me encanta leer a David Foster Wallace”.

Lo que en realidad quieres decir. He leído “50 sombras de Grey” mil veces pero nunca me he podido acabar nada de ese otro tío, ¡vaya bodrio!

14. Tu novio te pregunta dónde están todas las oreos que compró: “Ni idea”.

Lo que en realidad quieres decir: “¡En mi estómago, majo!”.

Vía: Cosmopolitan US