Te exiges demasiado porque quieres hacer las cosas mejor, algo que te puede servir para vivir con más emoción cada día. ¿El problema? Cada vez hay más mujeres como tú que se convierten en demasiado perfeccionistas, quizá también empujada por las exigencias que parecen impuestas por la propia sociedad. Sin embargo, no eres mejor por tener contentos a todo el que te rodea, ni eres una crack por estar sentada 12 horas en el trabajo (nota: no lo hagas).

"Esta tendencia a la perfección es una trampa: nunca conseguimos estar satisfechas con ese objetivo final porque no tiene final. No es algo real", nos adelanta la psicóloga Míriam González-Pablo, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

Pon la alerta ante estas siete situaciones, y si te sientes identificada con alguna, ¡ponles remedio ya!

1. Quieres abarcarlo todo. Si cuando te levantas por la mañana hicieras una lista al con las cosas que quieres llevar a cabo ese día, es probable que llenes de guiones toda una página (por las dos caras). El trabajo, la comida, ir al gym, el polvo del salón, acompañar a tu amiga a ese recado, llamar a tu madre, llevar a tu perro a vacunar... Solución. "Dosifica. La fuerza de voluntad es limitada –cuanto más cansadas, menos tenemos–, así que céntrate en un objetivo y cuando lo acabes, ve a por el siguiente", nos dice Patricia Ramírez, psicóloga del deporte y de la salud. Porque, ¿de verdad todavía crees que puedes ser una superwoman? Ejem.

Sleeve, Photograph, Facial expression, Style, Fictional character, Beauty, Street fashion, Superhero, Blond, Brown hair, pinterest

2. Gestionas mal el fracaso. Algo no ha salido como lo previsto. Tu jefe no te ha dado la palmadita que tú esperabas o la nota del examen no cumple con las expectativas. Y te machacas ("debería haber hecho mejor esto", "si es que ya me lo advirtieron", etc). Unos pensamientos "que no sirven para que las cosas vayan bien, ya que no son un sistema de aprendizaje", señala la experta. Solución. No des tantas vueltas a lo que ya está hecho y mira al futuro con la lección aprendida (y si quieres da vueltas, pero sobre ti misma):

Lip, Brown, Hairstyle, Forehead, Shoulder, Eyebrow, Photograph, Happy, Facial expression, Style, pinterest

3. Pasas mucho más tiempo en el trabajo que con la gente que te importa. Cuando dedicas mucho más tiempo y esfuerzo en un lado (profesional) que en el otro (personal) significa que no estás en equilibrio. "Como eres muy exigente, le puedes estar dedicando mucho tiempo a una cosa, dejando de prestar tanta atención a otras", según Ramírez. Solución. "Cambia tu escala de valores o por lo menos, cuestiónatela", añade

4. Te cabreas. Otro comportamiento típico de las que son muy exigentes es sacar con frecuencia la mala leche. Te pones en modo 'me pico y no respiro' (cual quinceañera), únicamente porque las cosas se han torcido. Solución. Sé más compasiva contigo misma. "Aprende a tener un nivel de exigencia menor, y a asumir que no siempre pueden salir las cosas como tú querías. Hay que aprender a vivir con el error", resalta la psicóloga.

instagramView full post on Instagram
 

5. Piensas (de forma recurrente) que la situación puede contigo. "No valgo para esto" o "me he equivocado de profesión" suelen ser pensamientos recurrentes de tu cabeza. La psicóloga, nos explica que "el exigente suele tener problemas de autoestima: como nunca está suficientemente bien, piensa que no es capaz, que no está preparado o que no sabe organizarse". Solución. No gastes energía en esa actitud 'machacona' y hazlo en creer más en ti.

6. Te cuesta decir NO. Otro de los mayores hándicaps es el no ser capaces de ponerse límites. ¿Cuántas veces te han pedido un favor que no está dentro de tus posibilidades pero acabas haciéndolo? De nuevo, la psicóloga Míriam González-Pablo, nos adelanta el miedo que solemos tener (y de ahí que digamos sí, para no exponernos a que nos hagan daño). "Por eso lo primero que pregunto es si se está dispuesto a aceptar los cambios que van a producir esas modificaciones que tú hagas en tu vida. Es probable que tu amiga o familia se enfade si tú dices no", nos explica. ¿Lo mejor? A ellos se les pasará, y para ti, a la larga, ese cambio de actitud será positivo. Así que ya sabes: Say no!

Hairstyle, Shoulder, Property, Eyebrow, Photograph, White, Room, Style, Beauty, Fixture, pinterest

7. Te preocupa más complacer al resto que a ti misma. Te sientes fatal si tu chico te tiene que esperar un día porque sales tarde del trabajo, o te cuesta decirle que te vas un fin de semana con tu amiga. "Nos han enseñado a anteponer la vida de los demás a la nuestra, por es rol maternal, de cuidado, que se asocia con las mujeres", nos explica Míriam. ¿Cuántas veces te preguntas 'cómo estoy yo'? Solución. "Lo que necesitamos son unas 'vacaciones por horas'. Irte a pasear cada día, a correr, a un spa, de tiendas... Lo que quieras, pero que sea algo que te haga sentir bien y sea tuyo", nos aconseja.