Los partidos de la NBA de los Atlanta Hawks se están haciendo famosos por su Kisscam, una cámara que en los descansos busca parejas para que se besen y ponerlo en los vídeo marcadores.

Si hace unas semanas un hombre se declaraba en directo a su novia, hace dos días, la situación fue la contraria. Todo ocurrió el pasado domingo, cuando la Kisscam empezó a buscar besos entre las parejas en el descanso del partido. En un momento enfocan a dos jóvenes, él con la cerveza en la mano y con cara de pocos amigos. Ella le mira y le pide que le de un beso, él ni la mira. ¿Qué hace la novia? pues le pide al señor que tiene al lado que sea él quién le bese. Y dicho y hecho. Todo el estadio empieza a aplaudir, el novio ofendido se levanta enfadado y se va, ante el asombro de todos. 

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