"Lo peor de ser bloguera y y vivir de cara a la galería es hacer parecer que siempre soy feliz. Ahora mismo no soy feliz y creo que la peor parte es fingir que todo está bien cuando no es así". Con estas frases condenatorias comienza el alegato de Aimee Song en su canal de Youtube, en un vídeo donde la bloguera de moda relata cómo es vivir una semana en la alta costura de París. Sin embargo, entre vestidos de lujo y restaurantes de moda, la autora del blog Song of Style hace una pausa para sincerarse con sus seguidores y mostrar, sin filtros de Instagram ni firmas que patrocinen la publicación, cuál es la realidad de una bloguera de moda.

"La gente me pregunta cómo hago para sentirme siempre tan segura y confiada. Lo cierto es que estoy fingiendo todo el rato, no siempre, pero finjo muchas veces. No me siento segura ni me siento feliz. A veces me siento triste y rota por dentro", cuenta Aimee Song entre lágrimas. La bloguera de moda, nacida en San Francisco, es uno de los personajes más influyendes del sector y cuenta con 4,6 millones de seguidores en Instagram. Ella no es la primera ni será la última en abrirse ante su público y desvelar la parte más oscura y con menos glamour de esta industria millonaria, pero su repercusión ha sido un hecho sin precedentes.

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Aimee Song introduce este vídeo, grabado desde la habituación de su hotel, entre otros cortes e imágenes de la alta costura de París, en un clip de 20 minutos de duración donde la bloguera quiso hacer un inciso para mostrar otra realidad. "Yo sé que mi vida es maravillosa, y que a veces se me olvida. Así que es momento de poner los pies en la tierra y ver las cosas más pequeñas del día a día, y aprender a vivir y disfrutar de la vida".

"Lo que quiero decir es que está bien estar triste, o no sentirse segura. Es algo con lo que lucho, especialmente ahora que tengo algunos problemas en mi vida. Pero sé que es algo pasajero. Tengo esperanza. Y creo que tener esperanza es muy importante. No tener esperanza es lo realmente triste. Cuando era pequeña sufrí acoso e intenté…". En este momento, Aimee Song se derrumbó frente a la cámara y dejó de grabar, añadiendo un mensaje en pantalla donde explicaba que tuvo que parar la grabación y que todo estaba bien, pero que a veces todos teníamos la necesidad de estar triste y ese era uno de esos momentos.

El vídeo de Aimee Song en Youtube cuenta con más de 50 mil visualizaciones en apenas tres días y, tal y como explica ella en la descripción, no lo publica con el objetivo de dar pena ni destapar la irrealidad de Instagram sino, simplemente, concienciar sobre la importancia de reflejar las emociones y dejar claro que todos estamos tristes y deprimidos en algún momento, y no está mal contarlo ni hacerlo público.

Vía: Harper's BAZAAR ES