Vivimos en un mundo en el que quizá, el carpe diem esté sobrevalorado. ¿Sabías que el 75% de los españoles sufre todas las semanas un 'bajón' en su estado de ánimo? Sí, en el país famoso por su alegría, rutas de tapas y juerga, hay casi 8 millones de personas que se consideran tristes. Así lo dicta el primer Estudio sobre el Estado de Ánimo de los Españoles.

Pero, ¿es eso malo? Según el psicólogo Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), no tiene que preocuparnos, ya que "se trata de reacciones y procesos emocionales normales que por lo general son adaptativos, es decir, que te ayudan a afrontar mejor las situaciones en las que se producen", confiesa. Solo debe saltar la alarma si pierdes el interés por todo, o no eres capaz de afrontar tus ogligaciones en el trabajo, en casa o de relacionarte. Entre tanto, "aceptar tu tristeza, sentirla y compartirla", facilitará precisamente que superes la pérdida o la razón de tu estado, según Lola Niño, coach motivacional.

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Y es que, tan malo es rumiar con las cosas negativas, como negar que estás triste. Mensajes tan comunes como "siempre feliz" o "ante todo, sonríe", pueden ser de todo, menos sanadores. Básicamente, es imposible estar siempre feliz y sonriendo desde que te levantas hasta que te acuestas. Un ejemplo de este positivismo sinsentido se ve reflejado también en la encuesta: el 83% de los españoles afirma ser feliz en su día a día. Un dato que nos da a entender que quizá, estamos algo más tristes de lo que nos atrevemos a reconocer públicamente. 

Sí, nos cuesta compartir nuestras 'miserias'. "Nos parece que es más desesable ofrecer nuestra mejor cara, la sonrisa, en lugar de nuestra preocupación por un problema que nos afecta", reconoce Antonio, también catedrático de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Y nos propone un cambio de rol: imagina que la que está mal es tu amiga. ¿Te gustaría que te lo contara? Sí, porque de lo contrario pensarías que no tiene la confianza suficiente en ti. "La mayor parte de las personas que se lo preguntamos responde afirmativamente", cuenta. "Con esta pregunta que tiene como fin ponerse en el lugar de otro, nos damos cuenta de que en realidad nos gusta ayudar a otras personas, sobre todo a las más próximas", concluye. Así que ya sabes: si tienes que llorar, llora, y que no te dé vergüenza hacerlo en compañía pues "estarás ofreciendo tu parte más vulnerable, y permitiendo que te conozcan mejor, apostando por un vínculo más íntimo", añade Cano Vindel.

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Pero hay más. Otra de las consecuencias positivas de la tristeza es que genera una mayor activación fisiológica que despierta al cuerpo para que respondas mejor tras una pérdida. Es decir, te espabila. "La gente que es más feliz estará algunas veces menos motivada para actuar que una persona que se siente triste y tendrá más motivos para hacer cosas que cambien una situación que no le agrada", declaró el científico australiano Jospeh Forgas en una crítica a la película Del revés en The New York Times. Y más beneficios: el experto habla de datos que demuestran que un estado de ánimo más triste está relacionado con una mayor capacidad para memorizar. Además, "se realizan más juicios erróneos cuando se está alegre", afirma.

Así que como en la película, para ser feliz, más que negar tus emociones, debes centrar tus esfuerzos en "llevar una vida activa y saludable, buena alimentación o ejercicio físico", entre otros, nos recomienda Antonio Cano. Fijarse objetivos (tanto profesionales como personales), manejar el estrés, disfrutar de los logros que vas alcanzando o motivarte para seguir trabajando en los que faltan, son algunos otros comportamientos que te llevarán por el tan anhelado camino de la felicidad.