En esta época del año los hogares de todo el mundo comienzan a desempolvar su Monopoly, un juego que todos creemos dominar a la perfección y cuyas reglas llevamos décadas sin revisar. Pero tenemos malas noticias: en realidad has estado jugando mal todo este tiempo.
Sí, es un tema serio. Tantos años protagonizando las veladas familiares y resulta que hemos estado jugando con unas reglas inventadas, ¿por cuáles nos debemos regir entonces a partir de ahora?
Esta circunstancia del popular juego de Hasbro que puede cambiar para siempre nuestras vidas ha salido a la luz a través de un vídeo colgado en el canal de Youtube "Today I Found Out", en el que el presentador Simon Whistler nos informa de que la mayoría de las reglas que damos por sentadas en el juego de Monopoly han sido inventadas y trasmitidas de generación a generación.
Por ejemplo, una de las reglas que hemos estado aplicando mal es la de la casilla "Parking Gratuito". Todos sabemos que cuando un jugador se ve obligado a pagar por salir de la cárcel o pagar algún impuesto, coloca el dinero en el montón del centro del tablero. Entonces, el jugador que tiene la suerte de caer en dicha casilla se lleva el dinero acumulado, ¿verdad? Pues resulta que no. Al menos esta norma no aparece en las reglas originales.
En realidad, el "Parking Gratuito" no hace nada. Se supone que esta casilla estaba destinada únicamente a dar un respiro a los jugadores, pero las multas deben pagarse siempre a la banca, así que hemos cambiado el juego completamente a lo largo de sus ocho décadas de vida.
No obstante, dado que esta norma se ha difundido tanto, en los últimos años Hasbro se vio obligada a añadir un conjunto de "Reglas de casa" opcionales que nunca existieron en la versión original.
Además, en ninguna parte del libreto se dice que haya que dar una vuelta completa al tablero antes de empezar a comprar casas (otra regla inventada que es muy respetada en según qué hogares).
Por otra parte, también hay algunas otras reglas que fueron diseñadas para acelerar el juego y que no aplicamos, como por ejemplo el hecho de que cada vez que un jugador tiene la oportunidad de comprar una propiedad disponible y no lo hace, se abre un proceso de subasta para el resto de los jugadores.
Como señala Simon Whistler, esta regla "añade una estrategia considerable a la compra de propiedades, ya que no se basaría sólo en el azar de donde caes y los precios de compra no tendrían por qué ser los que fija el tablero".
Pero no es ninguna sorpresa que hayamos estado jugando mal todo este tiempo. De hecho, en un estudio encargado por el fabricante del juego Hasbro, el 68% de los encuestados admitió que nunca se había leído las reglas. Y lo cierto es que yo tampoco recuerdo la última vez que me senté con una taza de té a hojearlas...
Así que este año, las cosas serán muy diferentes. Todos volveremos a dirigir adecuadamente nuestras vidas, reparar nuestros fracasos del pasado, y empezar a jugar al Monopoly de forma correcta.
