Empecemos por lo que más consuela: a la gran mayoría de los que tienen veintitantos han pasado, están pasando o pasarán la también conocida 'crisis del cuarto de siglo'. Y sí, las celebrities también (y nos lo han contado):

Ana Rujas (28). “El furor de los 25 provoca que sientas toda la necesidad de hacerte más cargo de quién eres y quién quieres ser. Yo ahora estoy en esas…”.

Adele (29). “A los 25 tomé la decisión de ser quien sería para siempre, desprendiéndome de cualquier carga negativa que podía llevar a mis espaldas”.

Leticia Dolera (35). “No tuve crisis de los 25, fue un paso a cierta madurez personal preciosa, pero sí al cumplir los 30: me di cuenta que no estamos aquí para siempre”.

Lena Dunham (31). “Pasé por una depresión. Al acabar los estudios me decía a mí misma: nadie te va a contratar, solo eres una chica gorda”.

Clothing, Pink, Fashion model, Shoulder, Dress, Waist, Hairstyle, Fashion, Joint, Neck, pinterest

Tranquila, como ves, no tiene por qué ser un drama: tan solo es un punto de inflexión en tu vida importante en el que quizá, tengas unas pocas dudas más sobre qué hacer con ella o que te sientas, como popularmente se dice, “más perdida que nunca”.

¿Qué es? No hay ningún estudio científico que certifique la crisis de los 25 como una patología, pero sí es un fenómeno que atraviesa la mayor parte de la población. “Popularmente se denomina así a las dificultades que encontramos en el momento de abandonar la etapa juvenil y estudiantil para comenzar la etapa adulta y laboral”, explica Marina E. Fernández, especialista del Colegio Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. Vamos, una crisis personal necesitar para que haya un antes y un después necesario en tu biografía.

¿Cuánto dura? Un bache que no tiene una duración específica (aunque, según los expertos, no suele superar los dos años). Pero cada caso puede ser muy diferente, depende en gran medida de la capacidad de enfrentarse a los problemas de cada uno.

Prepárate para luchar contra las circunstancias externas 

En esta época de la vida, delante de ti aparecen varios retos determinantes: se supone que es hora de conseguir tu primer trabajo estable, de independizarte de tus padres o incluso empezar a pensar que no te quedan tantos años para tu primer embarazo. Cuando las expectativas no se cumplen, es cuando llega el problema. Hay dos factores importantes que no suelen acompañar: por un lado, existe una alta precariedad en el trabajo (la tasa de paro de los menores de 25 alcanza el 46,5% según el Servicio de Empleo Público Estatal) y por otro lado, como consecuencia, no es fácil dejar la casa de tus padres por esa incertidumbre económica.

Uno de los coaches más influyentes sobre la generación millennial en el mundo, Simon Sinek, adelantaba en el discurso viral de abajo (merece la pena verlo) que “a los jóvenes les dijeron que eran especiales, que tendrían lo que querrían en la vida. Y es al conseguir su primer trabajo cuando se dan cuenta, en un duro golpe de realidad, que no tendrán todo sólo por quererlo”, decía. Es decir: las cosas no son tan sencillas.

“Nadie me avisó del frío que hacía ahí fuera cuando estaba en la universidad. Las cosas no son tan fáciles y de repente, te das cuenta de ello”, nos cuenta una publicista anónima de 28 años. 

youtubeView full post on Youtube

Solución: la actitud importa.

Y aquí el quid de la cuestión. “Es verdad que hay factores externos que influyen a la hora de sufrir una crisis, pero tu personalidad y tu grado de madurez también cuentan”, nos recuerda Gerardo Castillo, con 45 años de experiencia como profesor de la facultad de Educación y Psicología de la U. de Navarra.

Y nos pone ejemplos: jóvenes que buscan “con alegría” alternativas temporales como vivir en un piso compartido unos años, o que se toman la búsqueda de trabajo como una ocupación en sí misma. “Otros sin embargo viven instalados en la queja, algo que los coloca en una posición de vulnerabilidad a la hora de entrar en un estado de colapso”, afirma el experto.

Cuatro pautas de oro

Si no sabes cómo avanzar, y sigues enfrascada en tu confusión, quizá te ayuden cuatro consejos de experto que hemos resumido en estos cuatro puntos:

1. - Permitirte sentir. “Todos tenemos derecho a estar mal, escúchate y acéptalo, pero que eso luego te sirva para levantarte y continuar”, dice la psicóloga Elena Montoya.

2. - Céntrate en lo estable. “Esta crisis no afecta a todos los pilares de tu vida, piensa en lo que se mantiene seguro y recupera la sensación de control”, dice Marina E. Fernández.

3. - Sé humilde. “Plantéate en qué estás fallado, habla con otros, reconoce que debes hacer algo para cambiar”, continúa el académico Gerardo Castillo.

4.- Busca opciones. “Si tienes que comenzar por trabajos que no te gustan tanto o temporales, hazlo. El caso es mantener una actitud activa”, añade Gerardo.

De la crisis de los 25… a oportunidad

Y si lo consigues, es lo que experimentarás: oportunidad para mejorar. Todos los expertos con los que hemos hablado coinciden en algo: una crisis es una oportunidad de oro para parar y reforzarse. El 80% de las personas que han pasado por esta crisis reconoce después que lo recuerda como algo positivo. Así lo dicta un estudio de la U. de Greenwich de Londres, cuyo recursor, el psicólogo Oliver Robinson asegura que este bache puede incluso “reducir el riesgo de sufrir una crisis de mediana edad”, asegura. “Había pocas oportunidades laborales, pero eso me dio fuerza. Hoy soy una mujer más segura, con menos miedos. Fue un camino con baches, sí, pero mereció la pena”, cuenta Cara Barcos, arquitecta de 31 años.