Todas tus amigas tienen novio y tú las ves felices y muy enamoradas. Te alegras por ellas pero, en lo más profundo de tu ser, piensas: "¿Hasta cuándo seguirán quedando conmigo?". Es normal que, al ver cómo vuestras vidas cambian, tengas un cierto temor a que vuestra relación deje de ser la misma. Y, si encima, intentan buscarte novio para que así los planes de grupo se transformen en planes de pareja, la cosa empeora. Sin embargo, la soltería no está tan mal. Aprende a disfrutar de ella a la vez que cuidas tu círculo de amigos.

1. Los (terribles) planes en pareja
¿Hay algo más frustrante que darte cuenta de que las próximas vacaciones que tenías con tus amigas, ahora se han convertido en planes con sus novios? Serás la única que irá sola y es normal que quieras quedarte en tu casa. ¡No! Esa no es la solución. ¿Qué puedes hacer? Vuestros viajes, fiestas o todo tipo de eventos ya no serán solo vuestros. Ahora tenéis que incluir a los consortes. Quizás resulte raro pero no debes negarte a ello. Las parejas de tus amigas puede que se conviertan en tus amigos y aporten a esas reuniones la chispa que faltaba. En el caso de que las parejas entren en un bucle de besos y abrazos, solo tienes que comentarles que te molesta. O también puedes ampliar los límites del grupo llevando contigo a tu hermana u otra amiga. Aunque no estés acostumbrada a mezclar gente que no es del grupo, puede ser muy divertido y es una forma de expandir el círculo.

2. Momento "sujetavelas"
Supongamos que tu amiga y su novio te invitan al cine. Después de darle mil vueltas, decides ir con la condición de que ella te haga caso. ¿El problema? Cuando estáis los tres juntos, hay un ambiente extraño y mucha tensión. ¿Cómo debes actuar? Si tú fueras la que acaba de iniciar una relación, no te gustaría que tu amiga soltera te lo reprochara o te hiciera sentir mal, ¿verdad? Cuando te inviten a un plan en pareja, no intentes acaparar la atención. Al principio de cualquier relación y en la fase de enamoramiento, los involucrados sólo piensan el uno en el otro, suspiran todo el tiempo y no tienen ojos para nada ni nadie más. Si te sientes incómoda, piensa que ellos no lo hacen a propósito, sé comprensiva y dales su espacio. ¿La buena noticia? Esta etapa no será para siempre, pues aunque tu amiga esté muchos años con su chico, conforme pase el tiempo, ellos se acostumbrarán más a su relación y disminuirá esa necesidad de estar pegados todo el día. Varios estudios científicos demuestran que, aunque el amor prevalezca, la fase de enamoramiento disminuye a partir de los tres o cuatro meses. Mientras esto ocurre, dale tiempo a tu amiga y deja que disfrute su momento.

3. Sentirte excluida
Las infinitas noches de fiesta, las llamadas telefónicas y los cafés que se convertían en cervezas ya no son tan frecuentes como antes. Es normal que tus amigas pasen más tiempo en casa de sus chicos que en la tuya. ¿Qué tienes que hacer? Antes de nada, habla honestamente con ellas y diles lo que sientes. No se trata de recriminarles que tengan novio porque, si lo haces, no llegarás a ningún lugar y terminarán por enfadarse. Mucho mejor si debatís juntas cómo encontrar el equilibrio entre la amistad y las parejas. Por ejemplo, además de las actividades a las que te inviten con sus chicos, propón elegir un día semanal para vosotras. De esta manera, podrás compartir cosas con ellas sin pensar que eres la intrusa de sus relaciones. Entendemos que sea difícil pero no por eso debes limitar tus ganas de verlas. Piensa que tal vez te hagas muy amiga del novio o de sus amigos y encuentres gente interesante.

Estar soltera tiene sus ventajas y, si decides conocer a alguien, puede que en un futuro tus amigas estén en la situación en la que tú estás ahora y requieran de tu comprensión.