La declaración de independencia se hizo oficial un día 4 de julio (de 1776, para ser más exactos). Un antes y un después que supondría algo más que la separación de EE.UU. y Gran Bretaña: se convertiría en un día popular perfecto para recordar (y celebrar) ese valor llamado libertad.
Si a ti también te gusta la idea pero no eres estadounidense, don't worry: puedes unirte a la causa igual, con los planes que te proponemos.
1. Cómprate unos calcetines. Sí sí, como lo oyes. La original firma de calcetines neoyorkina Jimmy Lion ha creado una edición especial en honor a esta fiesta (foto de arriba). El diseño se llama American Dreams, y se basa en la bandera estadounidense, que incluye el mismo número de barras: trece. Solo los puedes encontrar online y como una colección cápsula. Así que si los quieres, ¡corre!
2. Haz una compra en el súper. Pero no en uno cualquiera, sino allá donde puedas echar al carro algún producto de la tía Jemima, mantequilla de cacahuete, bagels o cualquier tipo de queso que funcione bien como salsa. Todas las marcas más míticas de los United States las podrás encontrar en Taste of America. Puedes comprar online o mejor, sumergirte trasladarte a un supermercado yankee yendo a alguna de sus 18 tiendas repartidas entre Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla, León, Valencia y Zaragoza.
3. Haz un triplete (comida, cerveza artesana y live music). El restaurante mexicano Slow Mex presume de elaborar la cocina mexicana tal y como se hace en Chicago. Si sientes curiosidad por probarla, el martes organizan una cita a las siete de la tarde en su local (San Vicente Ferrer, 33) junto con Founders Brewing Co. España, unos rebeldes de la cerveza artesanal. Música en directo y otras sorpresas que no han querido desvelar maridarán este evento por y para el 4 de julio.
4. Dale al steakhouse. Los dueños de Jimbo Smokehouse vivieron en EE.UU. y saben muy bien cómo cocinan la carne allí: ahumada. Su razón de ser es crear un lugar para mancharse las manos con este manjar que ha sido cocinado a muy baja temperatura y con la técnica de ahumar. Te sentirás en un auténtico restaurante texano con su Brisket macerado con especias, su Pulled pork adobado con azúcar moreno y especias, o su Costillar de cerdo sazonado con chili. Y para que no te quedes con hambre, ojo a la guinda del pastel: S'mores, el postre más tradicional, (una especie de nube tostadas en sándwich de galleta), o un helado de donuts. Una cita foodie de lo más americanada.
5. Únete a una fiesta de barbacoa. Es algo que os americanos estarán haciendo en sus casas el 4 de julio, y en Ribs tratarán de emularlo. Este restaurante de espíritu estadounidense, sacará a la palestra este día la BBQ Party, con carnes a la parrilla, salsas americanas o los populares aros de cebolla. Únete al viejo oeste sentándote en mesas de madera y rodeada de emblemas americanos. Y todo por un módico precio (si vais en grupos de cuatro, 15 euros cada uno. ¡Arde de placer!
6. Devora un freakshakes. Si te gusta la época de Grease, viaja en el tiempo adentrándote en Tomy Mel's, dejándote servir bajo luces de neón por camareros en patines, y con postres tan auténticos como este. Elige entre tres sabores: fresa, chocolate o caramelo. Olvídate por un día de tu dieta y disfruta de un postre como solo los americanos saben: a lo grande.
7. Vive una noche clandestina. Los bares clandestinos son otro mítico de los Estados Unidos. Bares que comienzan siendo muy exclusivos, con códigos o llaves especiales necesarias para tener acceso, que se acaban convirtiendo en todo un secreto a voces. Así es Harvey's, un cocktail bar con sillones de terciopelo rojo, una gran barra americana bajo la luz tenue, cortinas, y copas muy especiales para este día que nos trasladan a las mejores fiestas americanas.
