Comer sano, sin ganar peso y de forma equilibrada. ¿El secreto? Apúntate al 'bowlfood'. Solo tienes que elegir varios ingredientes y la pieza clave, un bol para mezclarlos con imaginación. Sus ventajas son evidentes: no necesitas grandes conocimientos de cocina, se preparan de forma rápida y como suelen ser muy coloridos te resultarán apetecibles. Pero lo más importante es que te ayudará a controlar las cantidades. Si te decantas por su versión salada incluye hojas verdes, crudités de zanahoria, calabacín, pepino, pimiento, verduras cocidas como el brócoli, coliflor, bimis, legumbres, frutos secos y una o varias proteínas. Si quieres que sea menos contundente elige un aliño poco calórico.

Si a pesar de su sencilla elaboración te da pereza, puedes degustarlos fuera de casa porque cada vez hay más locales que se han unido a esta moda. Un buen ejemplo es The Green Spot, en Barcelona. De su carta, quédate con el 'San choy bao de tofu y setas' cuyo contenido se toma envuelto en hojas de lechuga como si fuera un taco.

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Abolea, en Madrid, oferta varias combinaciones, aunque nos quedamos con el bol exótico a base de espinacas, cous cous, kefta de ternera especiada, curry de verduras con leche de coco, ensalada de piña, pepino, tzatziki y pasas de Corinto. Si no te convencen sus variedades, también ofrece la opción 'Bol a tu bola' con la que puedes seleccionar los ingredientes que más te gusten.

 

El local madrileño Bio in the bowl sigue la misma filosofía, pero introduciendo recetas como su 'mexican bowl' o el 'yogi bowl', preparados con productos frescos y ecológicos y servidos en recipientes de cristal. Además, su carta cambia cada semana por lo que es imposible aburrirse.

La versión oriental podemos encontrarla en Tuk Tuk, en Madrid, donde triunfan sus 'rice bowls'; cuencos de arroz, con carne y verdura, potentes y llenos de sabor. Algunos de ellos no aptos para los que no toleren el picante. Otro paradigma de comida asiática servida en bol es el ramen, una versión japonesa de nuestro cocido con base de caldo y fideos que levanta tantas pasiones que hasta tiene un museo en Yokohama donde se pueden probar versiones de varias regiones. Como pilla un poco a desmano puedes acercarte a Ramen Kagura, en Madrid, donde te chuparás los dedos con su versión vegetal 'Mazesoba' que incluye fideos, aguacate, medio huevo pochado y verduras sin caldo con salsa espacial de chashu.

En koku kitchen ramen, en Barcelona, también tiene distintos tipos con una base a la que puedes añadir extras además de su asombroso arroz 'buta don' con cerdo estofado en salsa de soja dulce, jengibre encurtido, nori, huevo poché, cebolleta y bonito.

 

Siguiendo la estela internacional, no podemos olvidarnos del 'poké hawaiano', uno de los platos favoritos de Obama, que preparan fantásticamente en The Hip Fish, Barcelona. Toma nota del Tako que sustituye el típico salmón por pulpo. Y en La Pagoda, en Madrid, el de atún con wakame es la estrella.

 

Los boles también podemos utilizarlos en nuestros desayunos llenándolos con frutas de todos tipo, yogures, mueslis… Te proponemos visitar Fit Food, Madrid, donde encontrarás varias opciones con propiedades desintoxicantes y energizantes; mientras que en The Juice House no debes perderte su bowl de açai, plátano con leche de coco acompañado por fresas, cereales, semillas de girasol, de cáñamo, coco y bayas. Te dará fuerza para todo el día, igual que los 'smothie bowl' con granola casera de Superchulo, cuya propuesta healthy lo parte ahora en madrileño barrio de Malasaña.

 

Muy cerca de este último se encuentra Cereal Hunters Café, el templo de los amantes de los cereales con más de 150 tipos. Su boles llenos de coloridos froot loops no son tan lights como las anteriores propuestas, pero volver a la infancia tomándolos no tiene precio.