Trabajar desde casa conlleva un ritmo de vida que no resulta tan sencillo como parece. Tienes que conciliar horarios y tareas con tu vida personal y todo ello en el mismo espacio. Si eres de las que está abonada a esta nueva tendencia laboral, no te preocupes, aquí tienes unos sencillos tips para que todo vaya sobre ruedas.
Tu sofá es tu oficina: crea una zona de trabajo
No necesitas un cuarto específico, basta con que reserves un espacio concreto de alguna de tus habitaciones. Puedes probar con un escritorio plegable. Así, cuando lo abras te sentirás como en tu propio despacho y cuando lo cierres, tu cuarto volverá a la normalidad. ¡Será como un visto y no visto!

Siempre acompañada: únete a la red
En una oficina tienes compañeros a tu lado, pero en casa te encuentras tú sola. No está de más que utilices las redes sociales para conocer gente que, al igual que tú, también trabaja desde casa. Podríais hacer desayunos virtuales juntos. ¿Por qué no pruebas meetup.com?

Cambia de escenario: no te agobies
Si ves que la casa se te viene encima, puedes probar a buscar otro sitio para trabajar. Carrie Bradshaw (Sexo en N.Y.) de vez en cuando se iba a una cafetería, pero lo cierto es que no tienen impresoras y son ruidosas. Prueba a buscar un sitio más tranquilo. La web sharedesk.net te permite alquilar espacios por horas.

Cero despistes: olvídate de las redes
Sin un jefe que te esté vigilando es mucho más fácil caer en la tentación de mirar las últimas actualizaciones de Facebook o Instagram. Evita cualquier distracción desconectando el wifi. Cuando veas que Word es tu única opción, te será mucho más fácil concentrarte.

Con estilo: vestida para la ocasión
En casa la ropa pasa a un segundo plano. Lo importante es sentirte cómoda. Tan solo preocúpate de estar presentable si tienes alguna reunión vía Skype. Una blusa y un collar, por ejemplo (aunque debajo lleves tus pantalones de pijama). Ten en cuenta que solo te verán de cintura para arriba.

Horarios: establece límites
Un trabajo desde casa es tan serio como un trabajo de oficina, por eso deberías establecer tus propios horarios. No solo porque te permitirá organizarte mucho mejor, sino porque así tus amigos o tu familia sabrán cuándo pueden localizarte y cuándo no, para un asunto personal.

Aplícate: sigue tus horarios
Trabaja como si estuvieras en el gimnasio: momentos intensos y luego pequeños descansos. Si ves que te cuesta mantener el ritmo, puedes utilizar aplicaciones como Toggl Time que te ayudará a controlar el tiempo.

Descansa: dedícate tiempo
No pienses que por estar en casa ya estás descansando. Al igual que en un oficina, cuando termines tu jornada laboral, sal a dar una vuelta, a tomar algo, a hacer deporte… Te servirá para despejarte. Has trabajado duro, ¡te lo mereces!