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Ha posado para Victoria’s Secret y se ha convertido en la indiscutible estrella de las pasarelas españolas. Desde Mercedes Benz Fashion Week Madrid, donde se alzó con el Premio L'Oréal Paris a la Mejor Modelo de la edición, hasta 080 Barcelona Fashion, donde su nombre se ha vuelto imprescindible, Lorena Durán es indudablemente la modelo del momento. Nos vamos a disculpar por haber dicho una frase tan manida como la de “la modelo del momento”, pero sobre todo, por emplear un adjetivo que aparecerá en más de una ocasión a lo largo de la charla: ‘curvy’. Ella es conocida por ser la primera modelo con curvas en Victoria’s Secret, y precisamente es con esas etiquetas con las que comenzamos nuestra charla antes del desfile de Yolancris, firma que presenta una colección marcada por la diversidad, la funcionalidad y una mayor apertura hacia el público para promover un diálogo honesto y empático.
¿No resulta algo enfermizo que una talla 40 se considere grande en el mundo de la moda?
El problema está en que en esta sociedad lo etiquetamos todo. He luchado para que el mundo de las tallas grandes se visibilice. Ojalá se eliminaran las etiquetas, porque son dañinas para la sociedad. No hay que encasillar por raza, por talla, por edad... Hace poco me preguntaron si cuando dicen que soy una modelo ‘curvy’ me enfado, y yo me pregunto si cuando una modelo es delgada, en el titular pone “la modelo delgada”. La culpa es de todos los que se empeñan en decir ‘curvy’, ‘plus size’…
¿No crees que hay marcas que apuestan por modelos diversas para cumplir con una cuota?
Aunque en el mundo de la moda cada vez son más los diseñadores que abogan por la diversidad, lo cierto es que hay marcas que ponen a determinadas modelos en sus desfiles por imposición de la sociedad. Sin embargo, las mentes ya están muy abiertas y están apoyando la diversidad. Si miro dos años atrás, en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid y en 080 Barcelona Fashion hice un total de cuatro desfiles, y este año, en cambio, estoy en prácticamente todos. Los que no apuestan por el cambio son ya una minoría.
¿Notas que la gente celebra este cambio?
Cuando salgo a la pasarela la gente flipa y rompe a aplaudir para celebrar el momento. Estoy caminando y no puedo evitar pensar que estamos por fin haciendo algo bien. Estamos dando un paso importante, porque hay muchas chicas que quieren ser modelos y creen que hay que tener una talla determinada para serlo. Ojalá tengan el camino más fácil de lo que lo tuve yo y puedan cumplir su sueño. Cuando empecé en el mundo de la moda, hace nueve años y medio, no sabía que se podía ser modelo con una talla grande. Lo descubrí cuando mi booker de Barcelona me dijo que era el momento del ‘body positive’.
¿Has tenido algún referente dentro del mundo de la moda?
Tengo que reconocer que mi referente es mi madre, porque es por quien estoy en este sector. La fortaleza la he heredado de ella. Me gusta mucho también, por supuesto, Ashley Graham.
Cuando comenzaste en la moda tenías una talla 36 y en dos meses, pasaste a una 44… ¿Cómo fue este cambio?
Tenía 15 años cuando me tuvieron que operar por un motivo de urgencia. Me hormonaron por cuestiones médicas y pasé en cuestión de tan solo dos meses de tener una talla 36 a una 44. Cuando alcancé esa talla, me miré al espejo y aluciné, pero tardé en aceptarlo días, nada de meses y nada de secuelas mentales. Me miré y dije: “soy la misma persona, pero con una talla diferente, y me tengo que querer con esta talla. Me tengo que aceptar porque esta es la nueva Lorena, que está viva y sana”. Me considero una mujer fuerte de mente a la que nunca le ha importado nada. Me han dicho gorda 400.000 veces.
Antes te sentías menospreciada por la talla, pero ahora hay quienes señalan que eres demasiado delgada para ser curvy…
Hubo una época en la que me quede más delgadita, en la que tenía la talla que tengo ahora, que es una 40, en la que la gente me decía que me comiera tres platos y repitiera postre. Les dije que no me iban a hacer engordar y que tampoco estaba a favor de dejar de comer para llegar a una talla. La marca que quiera trabajar conmigo me tiene que aceptar con la talla que tengo ahora. Es lamentable con una talla 40 te digan que estás gorda.
¿Cómo cambió tu carrera al fichar por Victoria’s Secret?
Conmigo rompieron el canon de belleza que siempre hemos a ver sobre la pasarela. Cuando apostaron por mí fue fue sin duda cuando mi carrera despegó. Estoy orgullosa, y que una marca tan potente que vendía delgadez haya decidido cambiar las cosas y apostar por la diversidad es algo a celebrar, porque es una señal evidente de que la moda está cambiando. Nunca me esperaba algo así. Recuerdo que iba caminando por la calle, en Nueva York, cuando me llegó un email de mi ‘booker’ diciéndome que tenía un casting con la marca, y le respondí diciéndole que se había equivocado. Dos días después, cuando me dieron la bienvenida a la familia Victoria’s Secret, aluciné.
¿No han tardado demasiado en abrazar la diversidad?
Creo que la sociedad lo estaba pidiendo a gritos. Recuerdo hace tiempo aterrizar en Nueva York e irme corriendo a la tienda de la marca en la Quinta Avenida, porque me hacía mucha ilusión comprarme un conjunto de lencería de Victoria’s Secret, pero no encontraba mi talla. Ahora hay todo tipo de tallas. Supongo que al final, la marca se dio cuenta de que si ampliaba el tallaje, tendría más ganancias…
¿Sueñas con tener tu propia marca de moda?
Me encantaría sacarla en un futuro. Estoy trabajando en ello cuando tenga algo de tiempo, porque ahora mismo estoy hasta arriba, pero cuando tengo un hueco me pongo a bocetar yo misma mis propios diseños. No quiero ayuda de nadie, porque mi deseo es sacar mi marca por mí misma. Es algo para todo tipo de cuerpos, unisex, que puedes llevar en tu día a día y que admite todos los usos posibles. Mi deseo es que todas podamos vestir con la moda que nos gusta. No todas las firmas llegan a según qué tallaje, y quien tiene esa talla, también existe.
Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.
Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.
