Que Miley Cyrus no es Hannah Montana lo tenemos claro desde antes de que emitirse la serie. Sin embargo, lo que cada día nos sorprende más es ese camino “de niña a mujer” que está viviendo.

La inocencia y el encanto de aquella chica Disney comenzaron a romperse pronto, cuando sólo tenía 15 años, con un primer escándalo: aquellas fotos para la revista ‘Vanity Fair’ en las que posaba en top less. Sin embargo, hoy por hoy nos parecen casi inocentes.

Cuando tenían 16 años, saltaron a la palestra algunas imágenes fumando de una pipa llena de "salvia" (al menos eso es lo que ella afirmó que contenía) y, ese mismo año, nos sorprendió con un baile de lo más sensual (con barra incluida) en los Teen Choice Awards. Pero parece que Miley sólo estaba preparando el caldo de cultivo de lo que vendría después.

En 2010, con su disco ‘Can’t be tamed’, rompió del todo con su imagen de niña Disney. Fue entonces cuando, en una entrevista a ‘Billboard’,  dijo: "Desde luego no estoy creando un nuevo personaje es simplemente quien soy yo y ahora puedo ser más yo misma que en el pasado”. No sólo cambió su actitud sino que, progresivamente, también fue transformándose su look hasta que, en septiembre de 2012, se atrevió con un radical corte de pelo en rubio platino.

Desde entonces, Miley Cyrus fue sinónimo de escándalo y todo ello culminó en su actuación en los MTV Video Music Awards del pasado agosto y en su nuevo vídeo ‘Wrecking Ball’ en el que aparece desnuda. Todo ello aderezado con las fotos que nos regala cada día en sus redes sociales. ¿Lo último? Una nueva portada en top less, ahora para ‘Rolling Stone’… Y nosotras nos preguntamos: ¿qué Miley Cyrus es la verdadera? ¿Es realidad, o sólo marketing?