Desprovisto de rizos y más cerca de los 40 que de los 20, Justin Timberlake no es el mismo que en los 90 lideraba una de las boyband más aclamadas de Estados Unidos. Con permiso de Nick Carter y los Backstreet Boys, los N´Sync levantaban suspiros allá por donde iban y eso era en gran medida gracias al aura que Timberlake desprendía al cantar Bye, bye, bye. Hoy, casado y padre de un bebé de un año, treintañeras y veinteañeras aún sueñan con compartir su vida con alguien como él.

Baila como nadie

Pocos hombres hay que bailen mejor que Timberlake. Podríamos incluso decir que es el digno sucesor de Michael Jackson con la diferencia de que Justin no tiene pinta de sacar a su pequeño Silas por un balcón. Bieber lo intenta pero, el pobrecito está a años luz de controlar los movimientos como los hace su tocayo. Eso sí, apunta maneras.

Sus amigos son muy guays

Jimmy Fallon y él son superamigos. Han hecho sketches juntos y han demostrado que son un matrimonio amiguil capaz de hacer llorar de risa hasta a los más serios. Son algo así como la versión americana de Berto y Buenafuente. También es amigo de nuestra queridísima Taylor Swift de la que se ha declarado fan en numerosas ocasiones.

Tiene su propia marca de ropa

Además de su faceta de cantante, con los años Justin ha ido desarrollando su rol de emprendedor. Tiene una marca de ropa propia y junto a su esposa, Jessica Biel, financia al equipo de baloncesto de Memphis, los Grizzlies.

Si te canta al oído, te derrites

Su falsete es de otro mundo, vale. Todavía hoy escuchando Cry me a river nos tiemblan las rodillas, por no hablar de las sensaciones que nos dejan temazos como Sexy back.

Síndrome de Jared Leto

O bien Jared Leto padece el síndrome de Justin Timberlake. Ambos son dos intérpretes con mayúsculas, es decir, encima de un escenario y en la gran pantalla. Justin es de esas personas que a simple vista lo hace todo bien. David Fincher le ofrece un papel? Lo borda. ¿Una peli junto a Madonna? Está a la altura. Pero, sin duda, el papel que más nos justa es el que interpreta en Amigos con derecho a roce junto a Mila Kunis donde se marca un momentazo a capella como este.

Padre perfecto

Vale, no. No vivimos con él y desgraciadamente tampoco tenemos ningún hijo suyo, pero cuando instagram nos deja ver un poco de su vida cotidiana se nos cae la baba. Verle mimando a su hijo Silas o dedicándole un premio a su mujer a punto de dar a luz es para quererle y mucho. Alguien como Justin es necesario en tu vida, ya sea como mejor amigo, como hermano, pero si es como marido, mejor que mejor.