Las expectativas por su actuación en el escenario de los Grammy eran inmensas. Tras anunciar que está embarazada de gemelos hace diez días, todo el mundo estaba esperando el número de Beyonce en los premios norteamericanos de la música. La cantante no decepcionó.
Beyonce subió al escenario vestida al estilo de una Diosa india o de una Virgen, marcando su embarazo de gemelos, detrás de ella un vídeo en el que salía en ropa interior, dejaba claro que es cierta la noticia de que va a volver a ser madre.
Así durante su actuación, la artista quiso defender su derecho a ser madre por segunda vez y a no esconderse, ni dejar de trabajar en el mundo del espectáculo por ello. El vestido que eligió estaba firmado por el diseñador Peter Dundas de su nueva colección en solitario, repleto de bordados y muy transparente. Aunque sin duda fue el tocado, el collar y los pendientes dorados, enormes, los que le daban el toque a un look impresionante.
Con todo el 'Staples Center' de Los Ángeles en pie, Beyonce cantó dos de sus temas 'Love Drought' y 'Sandcastles' y dejó claro el porqué es una de las mujeres más poderosas de la industria de la música.
Desde el patio de butacas le aplaudían con fervor, su marido, Jay-Z con la hija de ambos, Blue Ivy Carter, su madre, Tina y su hermana Solagne.
La diva de Texas dejó claro anoche en Los Ángeles porque es la cantante más famosa del momento con una actuación inolvidable.
