Ya han pasado ocho años desde el día en el que Internet amaneció con aquellas imágenes que mostraban el rostro de una Rihanna amoratada a causa de la agresión que recibió por parte de su (por entonces) novio Chris Brown, pero ni la de Barbados ni el rapero han olvidado lo sucedido. 5 años en libertad condicional, 6 meses de servicio comunitario y unos cuantos años después, el cantante ha explicado en una nueva entrega de su documental 'Welcome To My Life' lo que pasó aquella noche, qué fue lo que provocó la pelea y cómo se sintió tras haberla golpeado. 

Según Brown, todo empezó en la gala de los Grammy de 2009 (donde se puede ver a la ex pareja en la imagen superior) cuando Rihanna vio aparecer en la fiesta a una mujer con la que él había mantenido relaciones sexuales anteriormente. La artista rompió a llorar y Chris consiguió calmarla, pero después de unas cuantas copas de más las cosas comenzaron a ponerse peor. Él le dejó su móvil para demostrarle a Rihanna que no había ningún mensaje de esa mujer, ¿y cuál fue el detonante? Que había un mensaje de ella diciéndole que iría a la fiesta. 

"Yo no quería pelear, tan sólo quería resolver la situación. Estábamos en un Lamborghini de camino a casa y empezó a pegarme y a decirme que me odiaba", afirma Chris en el documental. "Recuerdo que intentó darme una patada y ahí fue cuando la golpeé (...) Cuando vi que le había roto el labio pensé "¿por qué cojones la he golpeado así?". "Después empezó a escupirme sangre en la cara y eso me cabreó todavía más e intentó quitarme el móvil (...) cogió las llaves del coche y fingió tirarlas por la ventana y cuando salí a buscarlas alguien gritó y ella contestó: 'ayuda, ¡está intentando matarme!", cuenta el rapero. 

"Lo intenté todo, pero después de eso ella ya no confiaba en mí. Me odiaba (...) y yo todavía quiero a Rihanna, pero siendo sinceros, estaríamos peleándonos todo el día", asegura. "Me sentí como un jodido monstruo, nunca más intentaré ponerle la mano encima a una mujer".

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