Ya estamos en pleno verano y se me ocurrió que era el momento perfecto para comprarme un bikini nuevo. Los del año pasado estaban un poco desgastados por la arena y la sal del mar, y ahora que han empezado las rebajas me dije a mi misma: “Oye, ¿por qué no?”.
Pues después de un duro día de recorrer casi dos centros comerciales se me han ocurrido mil razones para no hacerlo. La primera de todas: no es tan fácil como en un primer momento pensaba. He salido en busca del bikini perfecto y esta ha sido mi experiencia.
En la primera tienda en la que entré directamente no había de mi talla. Utilizo una 36 de pantalón y una 85 C de pecho, ¿está ahí el problema? Efectivamente. La talla de arriba y la de abajo no coinciden y en las tiendas convencionales –digamos Zara, Mango y del estilo- no se concibe un cuerpo en el que el pecho sea un poco más grande que un pezón abultado. Por tanto, descartadas.
Mi segunda opción eran las tiendas especializadas en ropa interior y de baño donde, según mi mente inocente, ahí habría tallas para todas. Bueno en eso no me equivoqué, tallas había, el problema era que eso no había por donde cogerlo.
No hacen patrones para los diferentes tipos de pecho, hacen uno de diferentes tamaños y no son conscientes de que eso no sujeta nada (hay telas que sobran, cosas que faltan…) Con las partes de abajo no hay mucho problema, al haber de tantos tipos siempre encuentro la que creo que mejor me queda y con lo que más cómoda me siento.
Me miraba al espejo y no me creía lo ridícula que era esa situación. Los que sujetaban algo el pecho eran modelos de señora (tengo 23 años, los estampados modo abuela todavía no son para mi) y los que me gustaban ni tapaban ni agarraban. Y esto tienda tras tienda.
En un momento de desesperación por no encontrar nada, me enfadé y decidí que por ese día ya tenía suficiente. Mi cuerpo es como es y no tengo problema con ello, realmente no se sale de la media y no podía entender como era tan tedioso poder comprarme un maldito bikini nuevo.
Menos mal que iba con mi madre, y ella no se rinde fácilmente. A regañadientes entré en la que dije que sería la última tienda, nunca había entrado porque tenía el concepto de que era solo de señoras, pero me equivocaba.
Etam me ha salvado el verano, hay diferentes tipos de sujetador que realmente sostienen el pecho y se adaptan a ti. Solo puedo decir que salí de la tienda con dos y cuando llegué a casa me pedí un tercero por internet. Por supuesto tengo pensado volver el verano que viene.
Pero no soy la única con problemas para encontrar bikini: modelos, 'youtubers' y todo tipo de mujeres también han tomado las redes sociales para denunciar una situación parecida a la mía. ¿Cómo es posible?
Sara Alcoceba es experta en estilo, celebrities y moda. No hay estilismo de famosa que le pase desapercibido y es capaz de bucear en todas las webs de las marcas de moda hasta sacar el outfit completo que han llevado a su último evento. De Zara, Mango o H&M hasta la boutique más recóndita: Sara es especialista en contarte de qué visten las famosas y cómo llevar su look.
Su gran pasión es cubrir la actualidad en alfombras rojas y eventos de moda. De los Oscars a la Gala Met, pasando por el día a día que comparten influencers y celebrities en sus redes sociales o los photocalls a los que acuden los royals y la alta sociedad. Siempre tiene un ojo puesto en lo que se cuece en Instagram y TikTok.
Sara Alcoceba se graduó en Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid y desde entonces se ha especializado en medios de comunicación digitales, trabajando en revistas de moda y lifestyle. Pasó por Cosmopolitan, HOLA y Vanitatis cubriendo actualidad y belleza, y tuvo una temporada muy fitness escribiendo sobre entrenamientos y nutrición en Women’s Health.
Con una trayectoria de casi una década en medios digitales, Sara lleva más de 7 años vinculada a ELLE, donde ahora ha tomado las riendas de la sección de Star Style para contarte todo lo que tienes que saber sobre tus famosas favoritas.
