No hace falta ser un genio para saber que el mejor antídoto contra la resaca es abstenerse y no beber alcohol. Es lo que me viene a decir la especialista Victoria Lozada (@nutritionisthenewblack), que deja claro que "la ingesta de alcohol nunca será la recomendación de un dietista-nutricionista". Vale, estoy de acuerdo pero... "¿Nos dices algo para cuando seamos chicas malas?", le respondo.

Ajá. Al final lo conseguí. Sin ánimo de animar (valga la redundancia) a nadie a acabar en un estado de embriaguez (y menos aún, a llegar a niveles insospechados), aquí tienes unos trucos que quizá te venga bien poner en práctica un día de esos en los que esas noches en la barra, se van de madre.

ANTES DE BEBER
Olvídate de esperar a tomar medidas el día de después. Si sabes que hoy la cosa se puede liar, asegúrate antes de cumplir esto:

- Estómago lleno. Es la regla number one. No se te ocurra empezar sin haber comido antes. Y elige bien: olvídate de los alimentos fritos y salados, "porque por su sal y alto contenido en grasa apetecen más líquidos", y opta por las grasas buenas –como el aguacate o –, "que pueden retardar la absorción del alcohol", asegura Victoria. Además, es como engañarte un poquito: si comes bien antes, es muy probable que tu cuerpo te pida menos alcohol.

- Beber suficiente agua. Si preparas horas antes a tu cuerpo, la deshidratación será menor, lo que significa que tendrás menos retención de líquidos y menos impacto de resaca. 

DURANTE LA FAENA

- Intercala un vaso de agua por cada uno de alcohol. Con este truco de nuestra experta consigues dos cosas: luchar contra la deshidratación que provoca el alcohol y conseguir (con suerte), que te tomes un par de copas menos. 

- Ojo con las mezclas. La fórmula es sencilla: a mayor mezcla, mayor resaca. "Si vamos a beber, podemos optar por cerveza o vino, los cuales suelen ser mejores opciones que un chupito, o que un licor en concreto", dice Victoria. Además de tener un porcentaje de alcohol mayor, también solemos combinarlos con refrescos, zumos pasteurizados con azúcar, tónica... Y el mix no es precisamente amigo de las resacas pero, si lo haces, opta por: casera, zumo natural, rodajas de limón o naranja, y agua con gas. 

- Y antes de dormir... Seguimos con lo mismo: ¡agua, agua y más agua! Prepárate antes de salir una botella de agua a la vista, para tomártela en cuanto entres por la puerta. "Otra cosa que podemos hacer es tomar un snack pequeño para acostarnos, y no ir a la cama con el estómago vacío", aconseja Victoria, alegando que además, esto te ayudará a dormir mejor.

EL DÍA DE DESPUÉS
Reconócelo: lo que más te apetece es pedir una pizza grasienta o zambullirte una hamburguesa tamaño XXL. ¡Error! 

- La grasaza no te va a solucionar la vida. "Lo que provoca que quieras esos alimentos altos en energía es que tienes una deshidratación severa y una disminución del azúcar en sangre", dice Victoria. Sin embargo, la realidad, es que aunque en un primer momento te parezca que te 'curan', su efecto último según la nutricionista es prolongar la resaca. 

- Tampoco es buena idea una cerveza. Seguro que más de uno te ha dicho que lo mejor que puedes hacer con la resaca, es tomarte una caña. Nada más lejos de la realidad. "Seguir ingiriendo bebidas no hará nada más que prolongar el efecto de deshidratación y sensación de resaca, sobre todo porque el hígado sigue trabajando para recuperarse, y esto no hace más que atrasar su funcionamiento", explica la experta.

- Toma materia prima de calidad. Volver a la normalidad de una dieta sana cuanto antes, es la mejor cura. "Agua, frutas (plátano, manzana, melón...), verduras (alcachofas, espárragos, vainas...), proteína magra (huevo), grasa buena (frutos secos, aceitunas) e hidratos complejos (como el pan integral) son los alimentos a los que debes recurrir el día siguiente", dice Victoria. 

En definitiva, y por si no te ha quedado claro, lo mejor es hidratarte bien de principio a finno mezclar nunca distintos tipos de alcohol, y comer lo suficiente y saludable

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Amaya Lacarra

Tras una década escribiendo y entrevistando sobre viajes, cultura y gastronomía en distintas revistas femeninas, ahora dirige el equipo digital de Cosmopolitan. A su especialidad del buen comer o del buen hacer en cualquier recoveco del mundo, ahora se suma la gestión de otros campos como la moda, la belleza o las ‘celebrities’. Adicta al chocolate y a su Navarra natal, estudió Humanidades y Comunicación en la Universidad de Deusto, además de cursar un Máster Oficial de Periodismo de Investigación en la Universidad Complutense de Madrid.