Objetivo: empezar el gym en septiembre (y no dejarlo en octubre)

Septiembre es el mes más parecido a enero, el lunes de los meses, ese en el que todo comienza... incluido el gimnasio. Ahora bien, ¿cuántas veces has empezado a entrenar con mucha fuerza y has acabado tirando la toalla al tercer día? Pero tranquila, porque esta vez será la definitiva. Palabra de Cosmo. 

1. Motívate con sus beneficios 

Aunque la pérdida de peso sea uno de los principales motivos que nos animan a hacer deporte, los beneficios psicológicos van mucho más allá (y aparecen mucho antes) que los físicos.

Entrenando mejorarás tu forma, aumentarás tu fuerza muscular, reducirás el peso corporal… pero también te sentirás mejor contigo misma, estarás más activa y te hará segregar endorfinas -las hormonas asociadas al placer- y liberar serotonina -la sustancia encargada de mitigar la sensación de ansiedad o depresión-. Además, seamos sinceras, ¡ese trozo de pizza sabrá mucho mejor después de una sesión de cardio! 

2. Sé realista y plantéate objetivos a corto plazo

Es fácil caer en el error de ir al gym cada día o ilusionarte con empezar a notar tus abdominales tras la primera sesión de entrenamiento, pero lo único que conseguirás con eso será: 1. Estar tan cansada que al día siguiente no querrás moverte de casa, 2. Desmotivarte cuando veas que los cambios físicos tardarán un poquito más en llegar y 3. Abandonar tu 'misión'. La clave está en tener claro que lo que estás haciendo es lo mejor para ti, marcarse objetivos a corto plazo y comenzar con unas rutinas más suaves (para después ir aumentando la intensidad, el tiempo y los días de entrenamiento).

3. Equípate con ropa nueva (y bonita)

Si cuando salimos a la calle nos gusta sentirnos guapas, ¿por qué no hacerlo también en el gimnasio? No estamos hablando de ir maquilladas (ni si quiera con maquillaje a prueba de agua), pero puede que entrenar con un bonito conjunto deportivo te motive mucho más que hacerlo con unos leggins viejos y aquella camiseta de propaganda que le robaste a tu padre hace años, ¿no crees?

Camiseta (9,99€), sujetador deportivo (24,99€) y mallas (24,99€), de H&M.

4. Ve con alguien

Con tu mejor amiga, tu madre, tu pareja… ¡con quien sea! El caso es que cuantas menos excusas encuentres para cambiar el gimnasio por un maratón de Netflix en el sofá, mejor. Además, un estudio publicado recientemente ha demostrado que nuestro ánimo y motivación a la hora de hacer deporte se multiplica si lo hacemos en compañía.

5. Que no te falte el entretenimiento

Aunque si algún día te falla la compañía o, en cambio, eres de las que prefiere hacer deporte por su cuenta, la música será mejor tu aliada. Eso sí, para ello tendrás que ir bien equipada y con las manos libres…

Auriculares inalámbricos con tecnología Bluetooth, de IFROGZ (34,99€) y brazalete para smartphones, de Decathlon (8,99€). 

6. En caso de que todo lo anterior falle, ¡echa cuentas!

Aprovechando el bajón del verano, son muchos los gimnasios que deciden lanzar ofertas en el mes de septiembre con la intención de conseguir nuevos socios. Dichas promociones suelen consistir en cuotas muy bajas los dos o tres primeros meses, ¿y dónde está truco? Pues en que posteriormente se irán incrementando hasta llegar a su precio habitual que, además, tendrás que pagar sí o sí durante un año como condición de la oferta. 

Así que si después de haber leído los puntos número 1, 2, 3, 4 y 5 todavía te falta fuerza de voluntad, piensa en el dinero que pagas en el gimnasio cada mes, multiplícalo por 12… ¡y ya verás que no te saltas ni una sola clase de spinning! 

Nerea Alhajas

Cuando era pequeña le robaba la revista Cosmopolitan a su hermana mayor para leerla a escondidas, ahora trabaja aquí mientras escucha a Taylor Swift en modo bucle.