La doctora Paloma Gil, especialista en Endocrinología y Nutrición y autora del blog homónimo, analiza con nosotros 11 alimentos trampa que seguro que tienes en tu despensa y en la nevera y que crees que son los más sanos del mundo. Reescribimos la historia de tu alimentación healthy de la mano de esta especialista:

Queso para gratinar

En la mayoría de los casos es un subproducto lácteo, compuesto de grasas vegetales más baratas que las lácteas y menos beneficiosas para la salud. De hecho, entre sus ingredientes puedes encontrar además de queso, mantequilla, proteína de la leche, almidones de patata, suero en polvo, nata, sal…, apunta.

Panes integrales… que realmente no lo son

Cuando hablamos de que un alimento es integral es porque en su elaboración se ha usado el grano entero, por lo que ello implica que se conserven más nutrientes y su calidad nutricional sea mayor que si lo refinamos. Pero no todos los que nos venden como integrales lo son. A veces el primer ingrediente de ese alimento es harina refinada o harina blanqueada, por lo debes leer bien la etiqueta. Para que un alimento se considere integral, su composición en harina integral debe ser más del 75%, así que tendríamos que encontrarla como primer ingrediente en su etiqueta.

Cereales “altos en fibra”

Tienen un perfil nutricional similar al resto de cereales que nos encontramos en el mercado. Su cantidad de azúcar es bastante elevada, pues en una porción de 30 g encontramos 5 g, siendo el tercer ingrediente de su composición. Y, sin embargo, el total de fibra que aporta es bastante bajo (1,5 g por cada 30 g de ración), aunque la industria alimentaria trata de vendérnoslo a un precio más elevado por su alto contenido en fibra. Todo esto unido a su elevada cantidad de sal (180 mg por cada 30 g de ración), hace que se considere un producto de pobre valor nutricional.

Zumos de bote

Hay que tener claro que un zumo envasado no sustituye a las raciones de fruta que debemos tomar al día. En ningún caso tienen un perfil nutricional similar. Estos zumos, por lo general, tienen grandes cantidades de azúcar, ya que además del que contiene naturalmente la propia fruta, llevan azúcares añadidos. También poseen menos cantidad de fibra, por lo que no ayudan a dar saciedad.

Galletas integrales

Son consideradas bollería igual que el donut o el cruasán por su elevada cantidad azúcares y grasas vegetales. Según la etiqueta de las galletas de avena más populares, un 22% de su composición es azúcar y otro 22%, grasas, de las cuales la mitad son saturadas. Si analizamos su etiquetado de ingredientes vemos cómo las grasas vegetales y el azúcar ocupan el tercer y cuarto lugar respectivamente, siendo los copos de avena (36%) y la harina de trigo integral (20,5%), primero y segundo pero en muy poca proporción, lo contrario a lo que nos venden.

Yogures 0,0%

Que no tengan grasa no quiere decir que sean sin azúcar. Además, a veces te encuentras que su primer ingrediente es la leche desnatada, pero si continúas leyendo en la lista de ingredientes en algunas ocasiones el siguiente es el azúcar.

Dulces sin azúcar… pero con mucha grasa

Que un alimento no tenga azúcar no quiere decir que sea más sano ni menos calórico. Muchas veces no tienen azúcar pero añaden polialcoholes, edulcorantes, fructosa u otros endulzantes. Además, no hay que olvidar que en muchas ocasiones las calorías son, incluso, mayores por la cantidad de grasa que llevan, y no siempre saludable.

Alimentos bajos en grasa

No son tan sanos como nos hacen creen sus estrategias de marketing. A estos productos normalmente les añaden altas cantidades de azúcares para que sean palatables y estén ricos.

Derivados de pavo, que no pavo

No podemos asociar los fiambres o derivados de pavo con la carne de pavo. Normalmente las lonchas de pechuga de pavo que se venden envasadas, traen un 55% de esta carne, siendo lo demás restos de fécula, sal, gelificantes, grasa, aditivos, almidones… Esto hace que el producto sea de menor calidad que la que se cree, por lo que es menos nutritivo que la propia carne de pavo. Este tipo de preparaciones cárnicas deben ser consumidas ocasionalmente o restringidas.

Pasta de verduras

No sustituye a las verduras, ya que su contenido en verduras es mínimo, por no decir nulo. Digamos que nos venden “el color” de las verduras.

Bebidas vegetales

Se ha puesto de moda no beber leche, aunque no se sea intolerante, y mucha gente cree que las mal denominadas leches vegetales son más sanas, cuando generalmente son muy pobres desde el punto de vista nutritivo y tienen mucho azúcar.