No hay que echarse las manos a la cabeza, pero los años van pasando. Y eso es lo bueno; lo realmente malo es lo contrario. Pero todo el mundo quiere llegar a todo: ser los mejores padres, hijos, los mejores currantes. Por eso, de vez en cuando, el cuerpo dice basta. Aunque no es necesario llegar a este extremo si, de vez en cuando, nos preocupamos de cuidar a la única persona que nos acompañará, seguro, durante toda nuestra vida: nosotros mismos. Por eso, y con ayuda de Alvar Ocano, gerente médico del grupo asegurador Aegon, repasamos cuáles son las pruebas médicas recomendadas para cada edad, ahondando en la idea de que la prevención es la mejor de las soluciones. Porque no busca eliminar un problema, sino evitar que este nos afecte. Esto es lo que debes hacer si quieres seguir viviendo la vida al 110% sin preocuparte de los posibles sustos.

El doctor establece varias pautas y empieza dirigiéndose a las mujeres que ya han superado la adolescencia: “A partir de los 18 entran en juego tres especialistas: el médico de cabecera, el ginecólogo y el odontólogo”, explica, y llama la atención, sobre todo, a las personas que olvidan hacerse chequeos periódicos. “Los que no trabajan en una empresa que les obliga a hacerse una revisión cada cierto tiempo suelen sacar esta práctica de su agenda, y eso se aleja mucho de lo recomendable”, afirma.

Entonces, ¿cuáles son esas pruebas y revisiones?

Una toma de tensión cada tres o cinco años y una analítica completa también cada cinco. “Conviene tener controlados determinados niveles, y eso es tan fácil como invertir un poco de tiempo de cualquier mañana en el centro de salud”, asegura Ocano.

Una citología cervical cada tres años. “Al menos, hasta que se cumplan los 30. A partir de entonces, podrá hacerse cada cinco, siempre combinándolo con el test del virus del papiloma humano y según la opinión del ginecólogo”, aconseja el doctor.

En cuanto a las vacunas, “es bueno tener un recordatorio de la antitetánica cada 10 años y recibir la de la Hepatitis B, una vez cumplidos los 18, si no se ha recibido antes, además de consultar al ginecólogo sobre la posibilidad de contar también con la del papiloma humano”, repasa el gerente médico.

Además, una revisión y limpieza con el odontólogo, “dado que la dentadura también debe ser cuidada para que no presente problemas en el futuro”.

Y conforme avance el tiempo y se llegue a la barrera de los 50, habrá que empezar a conjugar todo ello con mamografías cada dos años y densiometrías cada dos años.

Unas últimas recomendaciones

“Para preservar la salud, hay que combinar bien cuatro aspectos: todos estos controles médicos, la alimentación, el ejercicio y el consumo de sustancias tóxicas”, concluye el experto. Porque el estilo de vida occidental empuja a las dietas poco equilibradas y al sedentarismo, y el consumo de alcohol y tabaco tampoco trae ningún bien al organismo.

Por eso, Alvar Ocano pide cabeza: “Según la OMS, la salud es el completo estado de bienestar, tanto físico como mental y social”, y establece también las bases del camino hacia el ideal que todos debemos perseguir. “Todo lo que hagamos para preservar ese bienestar y evitar que aparezcan enfermedades nos acercará lo máximo posible a tener un estado óptimo”. Y tampoco es tan difícil, ¿no?