La modelo danesa Ulrikke Hoyer ha tomado las redes para denunciar que Louis Vuitton prescindió de ella en su último desfile crucero por considerarla 'demasiado gorda':
"Acabo de volver de Japón, donde Louis Vuitton ha celebrado un precioso desfile en Kyoto, pero yo no he podido estar allí porque la marca canceló mi aparición en el 'show' por ser 'demasiado gorda' (tengo una talla 34-36)", ha declarado Hoyer en Instagram.
Según la modelo, durante el 'casting' previo le dijeron que tenía 'la cara y el estómago hinchados' y la animaron a perder peso diciendo: 'Ulrikke necesita tomar nada más que agua durante las próximas 24 horas'.
En Facebook, Hoyer ha dado una explicación más extensa de lo sucedido y ha dejado claro que ser apartada de un 'show' es algo relativamente común en la vida de una modelo, pero lo que no debería serlo es la humillación: "Esta historia no trata sobre haber sido cancelada para un desfile. Eso ya me ha pasado antes y a todas las chicas que trabajan en esto también. Lo que no puedo aceptar es la 'normalidad' en el comportamiento de las personas que encuentran placer en humillar a mujeres jóvenes. No sé si esto es un problema de las casas de moda o de los encargados de 'casting', pero lo cierto es que las prendas de estos desfiles están hechas para mujeres que tienen desórdenes alimentarios. Mirad el desfile y juzgad por vosotros mismos: incluso los pantalones más ajustados les quedan sueltos a las modelos".
La modelo afirma que el motivo de su 'despido' se debe a que el tamaño de su cadera había aumentado 0,5 centímetros. "Es curioso que, para estos trabajos, puedas ser un centímetro demasiado gorda, pero nunca demasiado delgada", ironiza. "He visto chicas tan delgadas que no entiendo cómo pueden siquiera andar o hablar. Es obvio que necesitan ayuda desesperadamente."
"Menos mal que tengo 20 años y provengo del entorno del deporte de élite", reflexiona esta modelo. "Si tuviera 15 años y fuera una adolescente insegura, no me cabe ninguna duda que habría acabado enferma".
