Con un millón de cosas que hacer al día, desde pasar por el gimnasio antes de ir a trabajar a darte un homenaje con un poco de vino y Netflix antes de acostarte, ¿quién tiene tiempo para hacer la cama todos los días, y mucho menos lavar las sábanas cada semana?

Si eres culpable de dejar pasar demasiado tiempo antes de lavar tu ropa de cama, es posible que quieras reconsiderar saltarte esa tarea. Porque si no lo haces, y te encuentras durmiendo en las sábanas sucias noche tras noche, vas a tener que lidiar con algunos efectos secundarios seriamente desagradables.

1. ACNÉ

¿Te has quedado dormida con el maquillaje demasiadas noches seguidas? Le estás haciendo un flaco favor a tu cara (piensa en la piel seca, signos tempranos de envejecimiento, inflamación y - ¡fiesta! - infecciones) y a tu cama. "No sólo obtendrás manchas en todas partes, sino que las bacterias pueden comenzar a acumularse en las fibras, lo que puede producir granos y puntos negros, o exacerbar el acné ya existente - aunque te hayas limpiado la piel", dice la Dra. Elizabeth Tanzi, Directora de Capital Laser y Skin Care.

Tanzi sugiere lavarse la cara y el cuerpo con un buen limpiador antes de acostarse, además de lavar las sábanas cada siete a 10 días.

2. IRRITACIÓN DE LA PIEL O ECCEMA

"Además de atraer bacterias, las sábanas sucias rozan la piel mientras duermes - y esa fricción puede provocar irritación en la piel", dice el Dr. Joshua Zeichner, dermatólogo de Nueva York. El auto-tratamiento con ungüentos o cremas grasas puede de hecho sumarse al problema, porque estos productos son más difíciles de absorber y se transferirán a tus sábanas, donde permanecerán aún más tiempo, lo que nos pone en riesgo de más bacterias.

Si necesitas tratar algún problema en la piel como el eccema, Zeichner aconseja hablar con el dermatólogo acerca de los medicamentos que no se quiten al roce y puedan ser rápidamente (y totalmente) absorbidos, a fin de no empeorar el nido de gérmenes que es tu cama.

3. INFECCIONES POR HONGOS O BACTERIAS

Todos esos sudores nocturnos no se evaporan simplemente, ¿sabes? - de hecho, el sudor es sólo una de las razones por las que las camas pueden ser lugares privilegiados para que los hongos crezcan. Un tipo de moho, el Cladosporium, crece sobre colchones húmedos y puede provocar asma, neumonía y una infección micótica llamada Onicomicosis, que puede causar lesiones en la piel y la caída de las uñas de los pies.

Aún peor, "varias infecciones o erupciones cutáneas desagradables pueden ser transferidas a través de la ropa de cama sucia, como la Tinea Cruris (una infección por hongos que afecta a la piel de los genitales, muslos y nalgas - conocida como "jock itch"), la Tinea Versicolor (una infeción fúngica que causa pequeñas y descoloridas ronchas en la piel), o el difícil de tratar "super-insecto" resistente a la meticilina Staphylococcus aureus, o MRSA, causado por un tipo de bacteria estafilocócica que es resistente a la mayoría de los antibióticos", dice Cricco.

Un estudio realizado por la compañía de colchones Amerisleep este agosto pasado reveló la pesadilla estadística de que las sábanas que se dejan sin cambiar durante una sola semana tienen 24.631 bacterias más que un picaporte del cuarto de baño. Ahora vuelvo, estoy llevando una carga de ropa de cama a la lavandería. Sí. Ahora.

4. ÁCAROS DEL POLVO

Los ácaros del polvo - que son parte de la familia de las arañas y se alimentan de copos de piel que puedes desprender en tu sueño - se acumulan en cualquier lugar que no se limpie regularmente. De hecho, probablemente hay alrededor de 1,5 millones en tu cama cada noche. Y dejarán su marca, en forma de vellosidades en tu cuello, la cara, los brazos y la parte superior del cuerpo, o problemas respiratorios difíciles de curar. Cuanto más tiempo esperas entre lavados, más difícil es realmente deshacerse de los ácaros - o, peor aún, las chinches.

Lava con regularidad, dice Lu Xiong, cofundador de la marca de ropa de cama sostenible Flaneur, "y recuerda guardar la ropa de cama en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad y la luz para evitar la acumulación de bacterias".

5. ALERGIAS

Como cabía esperar, las bacterias y los ácaros del polvo pueden causar o empeorar las alergias, atacando un sistema inmunológico debilitado. Las tres principales cosas que quieres evitar en tu ropa de cama son los ácaros del polvo, el moho y el mildiu, ya que activan las alergias o empeoran las ya existentes ", dice El Dr. Carl Cricco, cofundador de snuggL, una nueva almohada en forma de L que ayuda a prevenir el dolor de espalda. Invierte en ropa de cama hecha de materiales hipoalergénicos, que evitan la humedad caliente para que el moho y los ácaros no pueden reproducirse.

Lavar las sábanas matará cualquier bacteria que ya esté en ellas, pero asegúrate de reemplazar las almohadas sintéticas cada dos o tres años y una almohada de plumas o algodón cada cinco o seis años para que las bacterias o los insectos no tengan la oportunidad de acumularse. También puedes lavar la mayoría de almohadas sintéticas - sólo asegúrate de comprobar la etiqueta de lavado antes de hacerlo.

Vía: Cosmopolitan UK