1. Quieres a alguien que te motive para levantarte pronto. Sabes que no vas a ser capaz de poner el despertador a las 6, por lo que necesitas a alguien que constantemente intente despertarte pronto. Y ahí es donde entra tu gato: en una hora le habrás perdonado que te haya echado de la cama porque, ¿no está monísimo ahí estirado?

2. Estás deseando vivir con alguien que sea ordenado. La ropa por el suelo y la taza de café perenne en la pila han llegado a su fin. Un gato mantendrá sus desperdicios en un pequeño espacio, lo cuál sigue siendo mejor que cuando tu ex se olvidaba constantemente de limpiar las salpicaduras de la taza del váter

3. De hecho, quieres alguien que sea aseado. Un gato se limpia varias veces al día: es la clase de persona que no te importa que invada tus sábanas recién lavadas.

4. Quieres poder perderte en unos preciosos ojos. Vale, esta es un poco superficial, pero a nadie le amarga observar unos ojos que parecen un océano. Si la mirada es el espejo del alma, la de tu gato tiene más profundidad que todas las de tu ex combinados.

instagramView full post on Instagram
 

5. Te encanta quedarte en casa. Trabajas mucho y no puedes soportar verte obligada a cumplir con los compromisos sociales. Si tu sitio favorito es el sofá, deberías estar con alguien igual de entusiasta que tú en la idea de hacer una maratón de Netflix. Y sí, ese puede ser tu gato.

6. Acurrucarse con alguien es tu prioridad número uno. El contacto físico mientras estás viendo la tele con una copa de vino es crucial. Y eso los mininos lo entienden a la perfección.

7. Pero también quieres tu propio espacio. Un gato es capaz de las dos cosas: tan pronto te sigue a todas partes como te ignora durante un día entero. Esto, en cierto modo, te permite tener tu propia vida.

8. Quieres a alguien que se encargue de tareas difíciles. Por ejemplo, atrapar un ratón que se te ha colado en casa.

9. Estás dispuesta a decorar tu piso con piezas... de diseño. Si por 'diseño' entendemos cosas como un rascador o una minicasa.

 

10. Necesitas una distracción de tu trabajo. Si alguien ejerciera una barrera real entre tú y el portátil, seguro que acabarías tomándote ese merecido descanso...

 

11. Te encantan las fotos de Instagram. ¿Y qué hay más 'instagrameable' que un gato? Ni siquiera aquella foto con tu ex en lo alto del Gran cañón.

12. Te apetece reírte un poco. Con un gato, ocurrirá. Y en el momento más inesperado.

 

13. No quieres tener que enfadarte con alguien. Porque da igual si han roto el jarrón de tu abuela o si te han llenado los brazos de arañazos... ¿quién puede enfadarse con ellos?

14. Buscas un tipo de amor tranquilo y sosegado. Ya estás harta de mensajes de texto que te despiertan en mitad de la noche. Tu vida ideal pasa por tener a alguien en casa que te anime cuando estás mal y que se duerma a la misma hora que tú. Y que, cuando despiertes, te alegres de poder pasar otro día a su lado.

Vía: Cosmopolitan US