La cara es el espejo del alma, y hay veces que esconderlo es difícil... Pero no imposible. Como Carrie con Mr. Big, solemos tener a alguien en mente a quien no podemos resistirnos, una persona con la que nos cruzamos y que es imposible no sonreír, o un talón de Aquiles que por mucho que lo intentes siempre te ronda la cabeza... A veces es Mr. Big, pero a veces es Aidan, y el mecanismo para evitar desvelar las mariposas que sentimos en el estómago cuando le vemos es igual. El amor (de todas las formas, incluido el tonteo) es un juego de dos en el que los dos tienen que apostar todas las fichas, si todavía no sabes a qué carta va a apostar, ten tus estrategias escondidas. Si eso, ya habrá tiempo para el jaque mate.

1. No te preocupes demasiado por él.

No eres su (aburrida) novia, no eres su madre, quizás no seas ni su amiga... Es obvio que te interesa lo que hace, pero deja que te cuente las cosas. Si le preguntas por cómo le ha ido el trabajo, y a la vez le preguntas por los planes del fin de semana, y al mismo tiempo le insistes en si ha visto La La Land... Va a pensar "aquí hay gato encerrado". La naturalidad es la mejor baza en este tipo de ocasiones.

giphyView full post on Giphy

via GIPHY

2. Él no es tan interesante... En realidad lo eres tú.

El género masculino no suele preguntar demasiado por lo que le rodea. Más allá de su trabajo, de sus amigos y de sus hobbies... Son un poco egoístas en este aspecto -por norma general, que nadie se ofenda-. Hazte la interesante, no desveles todas tus cartas, no le intentes enseñar todo el rato como eres. Es obvio que si le das explicaciones todo el rato sin que él te las pida va a oler que estás interesado en él.

3. Si no te escribe... Pasa.

A veces cuesta, a veces no. Quizás solo sois amigos, quizás ha pasado algo más... Pero es absurdo que estés insistiéndole porque puede confundirse. Te gusta, sí, pues deja que las cosas fluyan. Escríbele de vez en cuando si te apetece, sé tu misma... Pero no insistas. Si te valora lo suficiente, te escribirá. Si no, a otra cosa mariposa.

4. No le sonrías demasiado.

No hay nada más insoportable que un hombre que se lo crea, así que no lo dejes. Sonríe, si, pero cuando no se le espere... No cada vez que lo veas, porque la cara de tonta es difícil de esconder. Apuesta por el misterio, siempre.

5. No le digas de ir a cenar... Dile de tomar una cerveza.

Un par de cañas, un par de vinos, un par de horas... Si te apetece quedar con él, pero no quieres que resulte demasiado obvio, propón un plan de amigos. Quedar después del trabajo siempre es mejor que decirle de quedar un sábado por la noche... Recuerda que tus amigas deben ir por delante en la agenda, por mucho que te apetezca. Juega a gustarle tú sin que él sepa que te gusta.

6. Ignóralo de vez en cuando.

¿Sabes lo que implica para ellos que estés hablando y de repente le dejes de escribir? Muestra desinterés, y de vez en cuando, insístele. Juega, no dejes entrever los sentimientos, que las cosas fluyan...

7. Vístete para ti.

Si le ves de forma habitual, si soléis coincidir, no te vistas de manera especial. O hazlo, pero que sea para ti. En cuanto le des más importancia de la que se merece -en el momento de que no tengáis nada, claro- te vas a crear una presión innecesaria... De la que se dará cuenta. ¿Sueles ir en vaqueros y de repente llevas vestido? Raro. ¿Siempre vas con sneakers y de repente te plantas taconazo? Mejor que no. Apuesta por el equilibrio a la hora de vestir, y si un día te apetece llevar los labios, que no sea porque te vaya a mirar... Que lo hará, pero mejor que no te des ni cuenta. Así evitarás que tu cara se ponga a juego con el pintalabios.

8. No te cortes.

Al hablar con él tienes que ser natural. Evita que no te salgan las palabras, crea temas de conversión y por favor, no te quedas callada... Si eres tímida, esfuérzate en no parecer que lo eres. En el momento en el que no te salgan las palabras, se preguntará por qué, y si es un poco espabilado incluso es posible que te lo pregunte cara a cara. Recuerda solo tú sabes que te gusta, él por ahora, no lo debe saber.

9. Sé segura de ti misma.

Las chicas y las mujeres que tienen carácter atraen, pero también despistan. No saber de qué palo vas, ser directa a veces y a veces no, pero sobre todo mostrar que tienes las riendas les puede confundir, y él nunca sabrá si te gusta o no. Y lo mejor es que se lo preguntará, y si le interesas de verdad, tratará de averiguarlo. 

10. Déjate llevar.

Es la norma no escrita que deberías tener tatuada. No pienses demasiado, tampoco escondas tus sentimientos demasiado, pero deja que las cosas fluyan por sí solas. ¿Cuántas relaciones se han estropeado por ir demasiado rápido? ¿Cuántas no han ocurrido por no dejarse llevar? ¿Cuántos corazones se han roto por culpa de la indiferencia absurda? Te gusta, sí, y le gustas seguro... Pero es mejor que no forzar. Si no le gustas, le gustarás, y si no es el caso sabes que hay más peces en el mar. Dedica tu tiempo (y tus pensamientos) solo a las personas que lo merecen.

Lettermark
Paloma Herce

Paloma Herce es periodista y publicista, experta en moda, estilo de vida y todo lo que tenga que ver con ser una bon vivant desde hace 10 años. Graduada en Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad CEU San Pablo, ha estudiado el Máster de Radio de la Cadena COPE y el curso de Estilismo y Personal Shopper de Condé Nast College. Empezó escribiendo de moda, de verdad, en Harper’s Bazaar, y después ha continuado en revistas como Cosmopolitan o TELVA. Tiene una newsletter que utiliza a modo de diario y un consultorio de invitadas en el que da tips sobre elegancia. Su filosofía de vida, y de trabajo, se basa en una frase de Diana Vreeland que dice ‘the eye has to travel’. Y ella lo hace viajando, leyendo, viendo películas y disfrutando de exposiciones