Que sí, que sí. Que una explosión de movimientos imposibles, de posturas peliculeras. Que para arriba y para abajo. Un estallido de placer, de gemidos, de jadeos. Y largo, muy largo. Lo ideal… no sé; cuanto más, mejor. Si hay un escenario en el que las fantasías y los falsos mitos son los reyes es, sin duda, el del encuentro sexual. El cine se ha encargado, durante décadas, de decirnos cómo debe ser el sexo perfecto, aunque haya recreado unos encuentros que quedan muy alejados de la realidad. Un reciente estudio de la Sociedad para la Terapia y la Investigación Sexual estableció una marca temporal más realista, asegurando que 13 minutos es el tiempo suficiente para disfrutar de un coito perfecto, aunque muchos hombres no son capaces de alcanzar esa cifra. Por eso, el psicólogo y sexólogo Ian Kerner, ha condensado en su libro “Ellas llegan primero” (“She comes first”) las cinco claves definitivas para que cualquier chico sea capaz de controlar sus orgasmos y huya de la eyaculación precoz. Apunta, que esto es importante:

Pídele que no piense en lo que está haciendo

Tampoco es cuestión de que se ponga a contar ovejitas ni a repasar la alineación del Madrid, pero pensar en cosas que no tengan que ver con el sexo mientras lo estás practicando es un buen recurso para retrasar el orgasmo, según el psicólogo. Concentrar todos tus pensamientos en lo que estás viviendo hace que los miedos a terminar crezcan rápidamente y esa sugestión lleva, en muchas ocasiones, a que se condicione y a que alcance el clímax con mayor rapidez. No te lo tomes como una ofensa.

Cambiad de postura

Esos segundos entre movimiento y movimiento harán que tu chico pueda descansar y rebajar su nivel de excitación, retrasando la llegada del orgasmo. También es buen consejo, según Kerner, que aprenda a ejercitar su músculo pubococcígeo, el de la base de la pelvis. Teniendo esa zona controlada mediante contracciones y distensiones hará que pueda manejar su eyaculación, retrasándola a voluntad.

Juega con su pene antes de iniciar la penetración

No se trata únicamente de realizar el coito. Los juegos sexuales pueden ser igual de placenteros y no tan enfocados al orgasmo. La estimulación del clítoris, los masajes vaginales… todo evitando estimular demasiado al glande, donde se encuentran todas las terminaciones que llevarán a la excitación máxima y, probablemente, a la eyaculación. Todo con calma.

Pensad en los productos retardantes

Y ya no sólo en los preservativos, sino tal vez en los sprays. El sexólogo habla de la gran cantidad de opciones que existen en el mercado, todos apoyados en el uso de la lidocaína como elemento anestesiante de las zonas erógenas. Consiguiendo que el pene sea un poco menos sensible al placer, podréis alargar los minutos invertidos en la penetración.

Invítale a dominar sus microorgasmos

También tú puedes ayudarle. Los microorgasmos son esos momentos previos a la eyaculación en la que esta todavía no ha llegado pero está a punto. Basta con parar unos segundos mientras se (o lo) masturba (s) para que su grado de excitación baje, antes de reiniciar el movimiento. De esta forma, tu chico aprenderá a controlar mejor el proceso y a parar segundos antes de terminar para tomar aire antes de seguir.

Ejercicios sencillos, claros y simples que pueden hacer mucho por vuestra vida sexual. Y consejos aportados por Ian Kerner que, si bien hoy es adalid de las buenas prácticas, además de sexólogo y psicólogo, en su momento también tuvo problemas con la eyaculación precoz. La experiencia es un grado…