El informe Kinsey (Comportamiento sexual del hombre (1948) y Comportamiento sexual de la mujer (1953)  arrojó luz sobre temas hasta entonces tabú. Entre ellos la masturbación, tanto femenina como masculina, y de la iniciación a la sexualidad a edades más tempranas de lo que se suponía hasta entonces. Entre los primeros pasos hacia la sexualidad se encuentra la masturbación.

El documental 'STICKY: A Documentary on Masturbation' señala que entre el 80 y el 90% de los hombres se masturban, mientras que el porcentaje de las mujeres que lo hace oscila entre el 65 y el 70%.

Hablar de ello ya no es un tema tabú. Rara es la publicación (masculina o femenina) que no publica periódicamente algún tema sobre masturbación. Pero hablemos de los que prefieren masturbarse a tener sexo con otra persona. ¿Es habitual? ¿A qué es debido?

El autoerotismo es una práctica placentera que nos libera de estrés y nos produce una gratificación inmediata: la liberación de endorfinas, que nos hacen sentirnos bien. Conocemos nuestro cuerpo y reacciones a la perfección, y sabemos cómo satisfacernos.

Algunos estudios revelan sus beneficios sobre el sistema inmunitario. Favorece conciliar el sueño. Alivia los dolores menstruales y las cefaleas...

Ahora bien, cuando alguien prefiere la masturbación antes que las relaciones sexuales, incluso teniendo pareja, suele ser debido a la pérdida de interés o atractivo sexual hacia la pareja, la rutina, el deterioro en las relaciones, o incluso a algún tipo de conducta adictiva (como ver pornografía).

La masturbación es una práctica más dentro de las relaciones sexuales, no debe sustituir a las relaciones de pareja. Si esto ocurre, se debe consultar con un profesional, ya que, con bastante probabilidad, oculte otro tipo de patología (adicción, depresión, baja autoestima, etc).