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Está de moda la literatura y el cine eróticos. Si la culpa es de Grey o si esto viene coleando desde los tiempos de Emmanuelle, no lo sabremos nunca. Lo que sí es cierto es que parece que hay menos reparo a la hora de hablar de sexo y filias sexuales. Pero tan a la mano (perdón por el chiste fácil) tenemos esta información, que el tema se nos va de madre.

Es divertido adoptar roles, o introducir juguetes eróticos en la cama, pero ni a todos nos gustan los objetos extraños, ni estamos capacitados para experimentar sin miedo.
Aparte de disfrazarse de enfermera sexy o atar al cabecero de la cama con unas esposas, hay todo un mundo de prácticas sexuales con las que ambas partes deben estar completamente de acuerdo, o será un desastre.

RIMMING
En inglés parece todo más fino, pero no es más que lamer el ano, de manera superficial o hasta introduciendo la lengua. Sobra decir que esta práctica debe llevarse a cabo siempre y cuando se mantenga una impecable higiene. El ano y la zona perianal están repletas de terminaciones nerviosas, lo que resulta muy placentero. En los hombres la próstata es considerada el Punto G masculino, y estimularla puede llevarles a niveles de excitación muy altos.
No es muy recomendable en relaciones esporádicas, y desde luego puede utilizarse un preservativo.

BONDAGE
Desde sujetar las muñecas a la completa inmovilización, el bondage abarca toda una gama de técnicas, posiciones, nudos... Hay a quien le excita sentirse dominado de este modo, y a quien le gusta someter así.
No es muy recomendable si se tiene claustrofobia o se padece cualquier tipo de insuficiencia respiratoria o cardíaca. Se recomienda comenzar por inmovilizaciones suaves y de poca duración e ir subiendo la dificultad según aumente nuestra pericia. Obviamente, debe practicarse con alguien de absoluta confianza, que hay mucho majara suelto.

TRIOS
A simple vista no es una práctica que se salga de lo común (a tenor de lo que vemos en internet), pero hay que tener la mente muy abierta y estar muy seguros de la relación que tenemos con nuestra pareja, para evitar celos y malas experiencias. Hay algunas reglas no escritas para que un trío salga bien: tomar primero una copa e ir creando un clima de confianza antes de meteros en la cama; que el "invitado" no sea un amigo o amiga, por si acaso no sale del todo bien; que no se quede a dormir; nunca dejar de lado al tercero; parar si uno sale de la habitación; cambiar el preservativo al alternar de una persona a otra; y primar el juego antes que el orgasmo.

SEXO ANAL
Aunque es una fantasía recurrente entre los hombres, ni a todo el mundo le resulta placentera ni resulta fácil de practicar. Si el miembro es grande es muy dificultoso. Necesita que quien recibe esté relajado, o puede producirse una fisura, algunas veces, grave. Es imprescindible el uso de lubricante y de preservativo. A algunos hombres heterosexuales les gusta que les penetre su pareja, y hay consoladores y dildos diseñados ex profeso para esta práctica. Curiosamente, son más finos y pequeños que los destinados a la penetración vaginal, por algo será.

Las relaciones sexuales deben basarse en la confianza mutua, en saber que si algo no nos gusta lo podemos decir con libertad. No tengas miedo de experimentar, pero tampoco de decir PARA.