Cuántas veces te han dicho tus amigas, tu madre, tus hermanas, que nunca hay que tener sexo en la primera cita, que “tienes que hacerte valer”, que si lo haces enseguida “no te va a valorar”. Piensa fríamente: ¿acaso crees que por perseguirte durante un tiempo va a valorarte más? ¿eres un trofeo? ¿una meta? ¿y lo que quieres tú?

No hay una norma ni una regla clara en este asunto. Por mucho que te hayan dicho que hasta por lo menos la quinta cita no puedes irte a la cama con alguien, si te valora o respeta tiene más que ver con que le gustes de verdad o no, con que congeniéis o no. Esa regla parece sacada más de un departamento de recursos humanos que de la vida real.

Y la vida real está plagada de encuentros inesperados (un viaje, una fiesta, un concierto, un aeropuerto colapsado por una tormenta de nieve... o un ligue de Tinder) para los que quizá no haya una segunda oportunidad.

Si te gusta, si os sentís atraídos el uno por el otro… ¿por qué esperar?

Eso sí, hay cosas que tienes que tener en cuenta y normas que NUNCA debes saltarte:
- siempre SEXO SEGURO
- habla habla y habla. Di lo que te gusta y lo que no. Si algo no te gusta, díselo claramente.
- no te conoce ni tú a él: mente abierta.
- muestra interés por aprender lo que le gusta
- pero no te olvides de ti: sé un poco egoísta en ese sentido.

NUNCA
- practiques sexo sin protección
- no te pases de sincera: es un momento sensible y cualquier comentario puede ser malinterpretado. Respeto, siempre.
- esconderte, acomplejarte. Eres divina y sexy, la actitud es importante.
- busques el orgasmo como meta. Las primeras veces no siempre es posible, pero pasarlo bien y estar a gusto es tanto o más importante que llegar al clímax.

Piensa que el termómetro REAL es si después estáis dispuestos a repetir. Y entonces dará completamente igual que sea la segunda cita o la sexta.