Siempre nos han dicho que para ser felices hay que sentirte en armonía y paz, pero ¿Eso cómo se consigue?

La forma parece sencilla; Si estás estresada, viaja. Si quieres perder peso, haz ejercicio. Si estás cansada de la rutina con tu pareja, innova. Todo esto es cierto, pero el efecto solo será temporal.

Nos ha llegado la fórmula de la felicidad permanente, no estamos locas. Es sencillo pero obviamente tienes que hacer unos cambios en tu vida. Jesús Domínguez, Asesor Nutricional del centro MiAyuno, explica que para el ser humano hay tres fuentes básicas del placer que deben estar en equilibrio: El sexo, la alimentación y el poder. Es igual de importante recuperar el deseo sexual como la capacidad de hacer cosas que nos gusten hacer para poder comer de forma saludable.

Lo primero que tienes que tener en cuenta es el poder (o ganas) que tengas de hacer cosas. En el día a día es frecuente tener la sensación de que no podemos hacer muchas, ya sea por falta de tiempo o el exceso de trabajo nos deja tan agotadas que ocupamos la mayoría del tiempo en aquello que debemos hacer en lugar de lo que nos gustaría hacer. Si has tenido un día interminable concédete un tiempo para tí. Date un capricho para compensar esa reunión de trabajo, empieza a leer ese libro que tanto te apetece. Tienes que empezar a separar los compromisos laborales con tu vida personal.

En segundo lugar el sexo es uno de estos pilares. No solo por ser una fuente de placer natural sino por la importancia que tiene recuperar el deseo sexual. El sexo no se puede convertir en una rutina o un acto de obligación por compromiso con tu pareja. Debes disfrutar de los momentos íntimos y hacerlos especiales para no perder la magia de la relación.

Y por último, la alimentación. Muchas personas reconocen que comen mal teniendo la intención de comer bien, incluso cuando saben que su manera de comer les condiciona negativamente su estado de salud. Este factor es el que más está condicionado por los anteriores. Si el disfrute y el sexo no lo tienes , tu alimentación va a estar influida por tus cambios de humor y hormonas.

En resumen: Hay que llegar al reequilibrio hormonal. Así podrás recuperar el deseo sexual y la capacidad de hacer cosas que nos gusten para poder comer de forma saludable.