1. Qué cosas te hacen sentir bien. Escalar montañas, viajar, probar nuevos restaurantes con tus amigas, escribir un blog sobre música… Sea lo que sea, descubre qué cosas te motivan y hazlas siempre que puedas. Te has ganado el título de adulta, así que ha llegado el momento de dejar atrás los dramas e historias negativas y centrarte en las cosas positivas de la vida. 

2. Disfrutar del placer de decir que no, más real que nunca: ha llegado el momento de JOMO (Joy of Missing Out) y es, sin ninguna duda, lo mejor. Es viernes por la noche y te quedas en casa en vez de estar en una discoteca bailando hasta que te duelan los pies rodeada de gente que no conoces… ¡No pasa nada! Encarga una pizza y deja el sentimiento de culpabilidad para otro.

3. Otro idioma. Da igual cuál sea, vale incluso ese un idioma que os habéis inventado con tu mejor amiga del trabajo para que nadie se entere de las locuras que tenéis previstas para el fin de semana mientras las comentáis a viva voz en la oficina. Eso, o aprender francés, claro…

4. Hacer la declaración de la renta. ¿Sabes cuántos impuestos te toca pagar? Si no sabes ni por dónde empezar, busca a alguien que sepa del tema y hazte su amiga; eso, o atibórrale de galletas hasta que te ayude. No pasa nada por hacer preguntas, pero asegúrate de estar atenta a las respuestas.

5. Cuándo dar el primer paso. La vida es demasiado corta, así que ya no tienes por qué esperar a que el destino se ponga de tu lado. En el trabajo, atrévete y pide ese informe de rendimiento, con tu ascenso tan merecido en mente, o lánzate y dale tu número a ese camarero tan guapo con el que siempre intercambiáis sonrisas: a veces solo necesitas tomar la iniciativa para que los astros se alineen a tu favor.

6. Cómo negociar. Ya sea en entrevistas de trabajo o cuando haya un aumento de sueldo en juego, o incluso en ese restaurante con estrella Michelin que se tiene que llevar el plato porque no está a tu gusto. Es importante que conozcas tus límites (y lo que vales) y, si algo no te gusta, seas clara (con una sonrisa, eso sí, que lo cortés no quita lo valiente).

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7. Cómo tener contento a tu coche. Tranquila, no hablamos de temas mecánicos, sino de los aspectos prácticos. Da igual que no conduzcas a menudo, es hora de aprenderte lo básico, porque todo apunta a que te hará falta algún día: ¿sabes cómo rellenar el líquido limpiaparabrisas? ¿E inflar los neumáticos? Aprende a hacer estas pequeñas cosas para que tu coche (¿un SEAT Mii by Cosmopolitan tal vez?) funcione al máximo rendimiento durante años.

8. Que nadie sabe lo que está haciendo en realidad. En el fondo, todos fingimos un poco. Lo bueno de hacerse mayor es saber cuándo está bien marcarse un farol (sin pasarse, claro) y cuándo pedir ayuda. Recuerda: no saberlo todo está bien y, además, es normal.

9. Quiénes son tus amigos. Sentimos traer malas noticias, pero a veces la vida puede ser dura; eso sí, si tienes a tus mejores amigas a tu lado, las penas serán menos penas. Cuando sepas quiénes son esas joyas en bruto, mantenlas bien cerca y comparte los buenos y los malos momentos con ellas.

10. Que el rechazo no es algo personal. ¿Aquel chico no te llama? No es tu problema; de hecho, probablemente el problema ni siquiera seas tú. No pierdas ni un segundo pensando en un hombre que claramente no vale tu tiempo.

11. Que un tatuaje no te va a convertir en una rock-star. Ahora bien, ¡no está mal para empezar si eso es lo que quieres! Eso sí, si te lo haces, que no sea animada por el alcohol ni para tatuarte el nombre de alguien que tal vez sea historia dentro de diez años.

12. Qué maquillaje va contigo (y cuál no). Si te empeñas en utilizar un maquillaje que no va contigo, verás que es como salir con un chico solo porque les gusta a tus padres: no importa lo mucho que lo intentes, no va a funcionar. Pero no tires la toalla, porque hay buenas noticias: si esos labios rojos, el cat eye o el contouring de las Kardashian no son lo tuyo, habrá otra cosa que sí lo sea. ¡Lánzate a descubrirlo, es divertido!

13. Que si quieres, puedes. Da igual lo que sea: una cita, una entrevista de trabajo, esa carrera de 10 kilómetros o batir tu propio récord. Lo importante es que estés segura de ti misma y tu determinación. Los veinte son un momento ideal para dejar atrás esas inseguridades y las dudas. ¡A por todas!

14. Cómo preparar una comida decente. Nadie te está pidiendo que prepares cenas con cinco platos cada noche para tus compañeros de piso si lo tuyo no es la cocina; ahora bien, ha llegado el momento de ampliar las posibilidades más allá de una lata de atún con pan. Recuerda: en la vida todo es cuestión de práctica.

15. Cómo aceptar tu individualidad. Al cumplir los 30, es importante que sepas muy bien quién eres realmente y que te prepares para ser coherente con ello. Si necesitas un lema vital que te ayude en tu empeño, no busques más: #ThisIsMii.