¿Sabías que el 47% de los españoles tienen problemas de durezas en los pies y la mitad de ellos no se las tratan? Resulta preocupante, sobre todo cuando sabemos el papel tan relevante que tiene esta parte del cuerpo. Cuando la piel se endurece demasiado suele ser por el roce (por eso en invierno, al llevar calcetines gorditos, eres menos consciente de su existencia) o por malos hábitos a la hora de andar. Lesiones mal curadas, tipos de hormas de zapatos que no se adaptan bien a tu pie, malos hábitos al caminar… ¿Las consecuencias? Son dolorosas y consiguen que tus pies no se vean nada atractivos. Por eso, el estilista Moncho Moreno y los expertos de la firma de cuidado Dr. Scholl te dan unos consejos para que disfrutes (y puedas presumir) de unos pies bonitos y sanos.

Moncho Moreno afirma que "los pies son clave para nuestro bienestar y también para un look cuidado completo. El problema es que hasta ahora las soluciones eran caras o complicadas." Pero las cosas han cambiado. Si bien es cierto que cuando sufres unas durezas muy extremas debes visitar a un podólogo (él sabrá por qué se producen y decidirá si debes someterte a algún tratamiento concreto para cambiar tus hábitos al caminar) ya podemos contar con tecnología para "limar asperezas" en casa.

Atrás quedó el engorroso momento de utilizar la piedra pómez, pues los rodillos eléctricos especializados en pies han llegado para quedarse. ¿Sus ventajas? Son muy rápidos, limpios, no son demasiado agresivos y tampoco necesitan un movimiento mecánico por tu parte. Eso sí, elige la herramienta adecuada. Hay varias opciones en el mercado pero, a la hora de seleccionar la tuya, debes tener en cuenta una serie de factores. Fíjate en el cabezal, que se adapte a las formas curvas de tu pie mientras te permite una gran flexibilidad de movimientos y acceder a zonas más pequeñitas. Las limas deben estar compuestas de partículas abrasivas muy finitas con las que consigues mejores resultados que con una superficie metálica (que además te puede cortar). ¿El plus? Busca que lo puedas utilizar bajo el agua y que cuente con un mango cómodo de sujetar.

Sin embargo, es necesario realizar el proceso con una serie de pautas para conseguir mejores resultados.

1. Limpieza previa
Antes de utilizar el rodillo lava los pies con un gel suave, acláralos bien y sécalos totalmente. No deben quedar restos de jabón (ni de agua) sobre la superficie de la piel.

2. Limado
Basta con realizar movimientos suaves sobre las durezas para que, en contacto con la piel, la herramienta pueda actuar. ¿La clave? No hace falta que presiones.

3. Aclarado
Una vez que has tratado los pies, hay que realizar una nueva limpieza para retirar los restos de pielecitas. Utiliza una fórmula con ingredientes relajantes y purificantes para darles un baño reconfortante. Hay productos enriquecidos con minerales y vitaminas que equilibran la piel en unos minutos.

4. Hidratación
Ya existen serums específicos para estas zonas. Son el complemento perfecto para tu hidratante nutritiva de pies. Se aplican antes que la loción y trabajan conjuntamente con ella para mantener el equilibrio natural y la hidratación de la dermis. Ya solo tienes que esperar a que se absorban. Estás lista para presumir de pies sanos y atractivos.