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Internet ha enloquecido al haber invitado Taylor Swift a su ex, Taylor Lautner, a subir al escenario durante su exitosa gira. Fue ahí donde se dedicaron cariñosas palabras de amor y reconocieron tener una sólida amistad basada en la confianza y en el respeto. Por si fuera poco, la cantante subió a sus redes sociales una foto con el actor de ‘Crepúsculo’ y con su mujer, Tay Lautner, con quien también mantiene una saludable amistad. Sin embargo… ¿Es realmente posible ser amiga de una ex pareja? Lara Ferreiro, autora de ‘Adicta a un gilipollas’, responde. “Tienen que cumplirse unos requisitos. Para comenzar, que no haya sido una ruptura traumática, porque la amistad es imposible si te ha puesto los cuernos, te ha hecho una triangulación, te ha engañado o te ha hecho ‘ghosting’, pues esa persona ni te ha respetado, ni te ha tenido en cuenta. Si el duelo está resuelto desde hace tiempo, como mínimo desde un año, también puede ocurrir, y hay que tener en cuenta que ambos han de tener pareja y estar enamorados de sus respectivos. Hay que darse un tiempo adecuado para que la relación se asiente y para que ambos duelos se hayan asumido, para que así todo haya sanado”, asegura la psicóloga.
“La comunicación ha de ser sincera y honesta, porque muchas veces, el ex te oculta por ejemplo que tiene una nueva pareja, y si tú no la tienes y te enteras de la situación después, te hará daño. Ha de haber transparencia, pero no 'sincericidio', que es el suicido de la sinceridad. ¿O es que acaso le vas a contar que tienes un sexo maravilloso con otra persona? Tampoco puede haber dinámicas tóxicas, porque muchas veces uno es el sumiso, otro el más agresivo y al final, la amistad no es sana, porque terminas por adoptar los mismos roles que había en la relación”, advierte Ferreiro. Añade la importancia de que no haya ni atracción, ni resentimientos, y recuerda que el cerebro, al tener una memoria emocional, al ver a la ex pareja puede generar dopamina, lo que puede provocar una recaída. "Además, con la de gente que hay en el mundo, ¿de verdad tenemos que ser amigos de nuestro ex?”, se pregunta Lara Ferreiro.
Aunque el psicólogo Buenaventura del Charco asegura que la amistad es posible, señala la importancia de reflexionar acerca de si realmente queremos mantener ese vínculo para seguir siendo alguien en la vida del otro, para no cerrarnos la puerta del todo o si es porque realmente queremos tener a esa persona en nuestra vida desde otro lado. “Con todo, hay que entender que el hecho de que sea viable no significa que no sea complicado: se trata de un tipo de relación ambigua, con las fronteras poco definidas, y todo lo que es poco claro y sólido, suele generar a nuestro cerebro ansiedad, y fácilmente lleva a problemas, expectativas y decepciones, por lo que es muy importante tener una buena comunicación con la otra persona”, explica.
¿Cuándo es, entonces, factible ser amiga de tu ex? “Cuando llegues a la fase seis, la de la neutralización, que es la última fase del duelo. Si cuando piensas en tu pareja y te da igual que esté con otra persona, que tenga hijos o si no te molesta encontrarte por la calle a tu ex con su nueva pareja, entonces sí has llegado a la última fase. Pero por supuesto, si tu ex te ha dejado y se ha ido con otra, te va a doler mucho, especialmente si tú no tienes pareja por lo que va a dificultar el duelo. No es lo mismo que te dejen a ser dejada, que haya ocurrido de forma limpia sin terceras personas de por medio ni que la otra persona esté en la fase seis porque su amor murió mientras estaba contigo y tú tengas que empezar el duelo desde la casilla uno”, advierte Lara Ferreiro.
“A veces hay personas que se "obligan" a tener una amistad, porque siguen sintiendo que esa persona es importante para ellos, pero ya no pueden ser pareja. Quizás tenemos categorías muy rígidas de "amigo" o "pareja" y no hay otro tipo de opciones o palabras que recojan a una persona que sigue siendo importante en tu vida y con la que puedes contar pero que no se trate de algo tan activo o cotidiano como la pareja o el amigo”, matiza Buenaventura del Charco. “Aquí señalar que es importante quitar elementos que metan incertidumbre y poca claridad al asunto, como mantener relaciones sexuales o hacer cosas para provocar algo en el otro. Si de verdad quieres que sea tu amigo, sé muy consciente de que estás tratándole como tal”, aclara.
Odiar al ex: ¿normal o duelo patológico?
En el otro lado de la balanza, ¿tiene sentido odiar siempre a un ex o si esto ocurre, es una señal de que el duelo no ha sido completado? “Hay que analizar cada caso y cada tipo de rencor. Puede que el problema no sea la ruptura, sino aquello que me hizo: si me maltrató, me engañó o similares, quizás sea simplemente una rabia defensiva sana que aparece para protegerme y marcar límites, para no "hacer como si nada" ante algo que me dolió. Por otro lado, la rabia suele ser una emoción que utilizamos muchas veces para tapar la tristeza, especialmente cuando nos da miedo la debilidad o si hay sentimientos enfrentados, como estar dolido por algo que me hizo pero a la vez, estoy triste por perder a esa persona”, dice Buenaventura del Charco.
“El odio es otra cara del amor. Cuando odias a alguien es un amor con ira, pero hay amor. Lo contrario al amor es la indiferencia, la neutralización. Sentir odio es una respuesta emocional natural, sobre todo si te ha traicionado, pero el odio prolongado te puede hacer daño. Si ese odio lo sufriera el otro, sería más fácil, pero al final, te lo comes tú sola. Puede derivar en un duelo patológico, algo que pasa si estás en la fase de ira después de más de seis meses de la ruptura. La idea es llegar al perdón, pero no se trata de justificar lo que te ha hecho la otra persona, sino de soltar todas las emociones negativas que te afectan a ti y a tus relaciones futuras”, dice Lara Ferreiro, autora de ‘Adicta a un gilipollas’, para finalizar.
Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.
Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.
