Ashley Graham lleva siendo uno de los rostros de la reivindicación desde que la conocemos. Desde que se ha convertido en madre lo es especialmente de todas las realidades de la maternidad. La hemos visto posar desnuda mostrando sus estrías, mostrando su vientre tras dos embarazos, dando de mamar a sus hijos y esta vez ha querido mostrar otra de las verdades que ocurren al cuerpo de una mujer después de convertirse en madre, en concreto al pelo. Y es que este no vuelve a ser el mismo.

Así lo ha confirmado la modelo con una imagen en su cuenta de Instagram en la que ha advertido de la pérdida de pelo que ha experimentado desde que dio a luz hace ya meses y cómo ha vuelto a crecer pero completamente diferente.

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"Por lo menos están creciendo", dice Graham bajo la publicación, acompañado del hashtag #pérdidadepelopostparto, aclarándonos a qué se refería, como siempre, con mucho humor. Y lo que ha crecido han sido unos 'babyhairs' realmente complicados de domar, ni siquiera alisándolos con la plancha de pelo, ni con la herramienta hecha para controlar los 'babyhairs', y, por supuesto, impensable hacerse un moño o recogido de cualquier tipo con ellos. Por lo menos, desde hace unos meses, ya son más largos. Eso sí, el pelo de Ashley ya no ha vuelto a ser el mismo, crece con otras características, como ya mostró hace meses en otra publicación en la que Graham también mostraba la evolución de su pelo.

Algo colateral, pero al final un cambio más que se produce en el cuerpo de la mujer debido a la maternidad. Uno más de esos cambios de los que no se habla romantizando todo lo relacionado con ella cuando, como todo, tiene muchas cosas buenas y otras no tanto y, por supuesto consecuencias. Porque un embarazo es además de todo lo emocional, una serie de cambios muy drásticos para el cuerpo de una mujer, incluso meses después de haber sido madre.

Por eso, es de agradecer que vips como Ashley Graham quieran mostrar este tipo de realidades a través de sus redes sociales que siempre hacen de altavoz. Algo que no quiere decir que se arrepientan o que lo cambiarían, sino que hay otras cosas que no nos cuentan y que también existen y ojalá no nos pillasen por sorpresa.