Bótox o ácido hialurónico es a la medicina estética como el “ser o no ser” de ‘Hamlet’ a la literatura universal. La indecisión y la duda vienen una vez has determinado que tu rostro necesita una ayuda extra para volver a tener esa frescura y aspecto de buena cara de hace unos años. Los infinitos ‘selfies’ que nos hacemos y las frecuentes videollamadas han aumentado la obsesión por luchar contra el envejecimiento. “Los tratamientos faciales que más se van a demandar y vamos a necesitar reúnen cuatro características: son cómodos, duraderos, efectivos e incluyen revisiones y seguimiento ‘online’. Estos se centrarán en las zonas que más han sufrido hasta ahora, como contorno de ojos, área peribucal y tercio inferior”, prevé la doctora Virtudes Ruíz, de Virtudes Estética.

Además, el uso obligatorio de la mascarilla ha puesto el foco en el tercio superior (frente y mirada), así como también ha provocado que los labios estén deshidratados, tengan las arrugas marcadas y hayan perdido su elasticidad; ‘problemillas’ que se arreglan fácilmente con unos ‘pinchacitos’. Sin embargo, si has decidido ponerle remedio con su ayuda, plantearte qué activo es el mejor para ti, si el médico que ha ‘salido’ en Instagram es de fiar, o si los labios de tu ‘influencer’ preferida le pegan a tu cara, son solo algunas de las dudas que te surgirá antes de pincharte.

Saber en qué profesional vas a confiar

Inyectarse cualquier sustancia cosmética no es ninguna tontería, por lo que antes de hacerlo debes tener claro en manos de quién vas a poner tu ‘carita’. Lo primero en lo que debes fijarte al llegar a la consulta es en “que esté visible el título universitario del profesional. En caso de no ser así, pregunta por la titulación y nombre de la persona que te tratará. Además, si es la primera vez que te atiende ese médico, deberá identificarse debidamente. Esto está reflejado en la Ley de autonomía del paciente y es para cualquier tipo de asistencia sanitaria”, explica la doctora Petra Vega, presidenta de SEME (Sociedad Española de Medicina Estética). Y, si quieres cerciorarte de que el profesional que has elegido es médico, puedes consultarlo aquí en, así como también puedes saber si es miembro de la SEME.

Qué es lo que realmente necesitas

La mayoría de los médicos suelen ser cautos en la administración de inyectables y prefieren pecar de prudentes que pasarse. De hecho, si es la primera vez que te realizas este tratamiento, tendrás que ir a revisión a los 15 días para poder retocar o añadir más cantidad. Lo que debes esperar es “una entrevista médica individualizada de evaluación de necesidades y asesoramiento terapéutico, que englobe un cuestionario en el que se abordan cuestiones tanto objetivas como emocionales tales como: ¿qué desearías conseguir y por qué?, ¿qué adoras, te gusta, soportas u odias de su cara y tu cuerpo? o ¿qué sentimientos consideras que transmite tu rostro que te disgustan?”, sugiere la doctora Mar Mira, médico estético y codirectora de la Clínica Mira+Cueto, donde acompañan esta cita de un Diagnóstico Multidimensional, que es “una evaluación precisa que permite la identificación de las necesidades de tratamiento de cada paciente, analizando las cuatro dimensiones que intervienen en la estética: tiempo, espacio, proporción y emociones”, añade.

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“El diagnóstico debe ser totalmente personalizado y en él te deben explicar detalladamente por qué obtendrás mejores resultados con la infiltración de sustancias, con otro tipo de tratamiento o combinación de tratamientos; siempre teniendo en cuenta las características de tu piel y tus rasgos faciales”, agrega José María Ricart, dermatólogo y director del instituto Médico Ricart. La clave es que en la primera visita el facultativo sepa revelar cuáles son tus puntos débiles, haciendo un estudio morfológico. “Estos suelen ser las zonas donde has perdido volumen, lo que provoca descolgamiento de estructuras adyacentes (zonas de mayor flacidez con surcos y arrugas), que derivan en falta de luz (ojeras) y debilitamiento frente al músculo, lo que hace que se acentúen aún más las arrugas de expresión”, afirma el doctor Moisés Amselem, de la clínica de Martin del Yerro y Amselem.

No te fijes (tanto) en Instagram

Es lógico que te apetezca emular los labios o los ‘foxy eyes’ de la famosa o ‘influencer’ de turno. Sin embargo, “no puedes trasladar lo que te gusta en una persona a ti porque a lo mejor no te favorece. Lo ideal es que te realicen un estudio individual del rostro para dar con los tratamientos personalizados que lo armonicen y embellezcan”, opina Mira. La presidenta de la SEME, además, te explica cuáles son los cinco factores que tienes que tener en cuenta en relación con las redes sociales y la medicina estética:

  • Comprueba la experiencia del profesional visitando su web o su consulta, y mirando su CV. Desconfía de las páginas ‘online’ o perfiles en los que no aparece el nombre de los facultativos o su currículum, así como de los que dicen ser los mejores y de los que ofrecen muchos servicios de especialidades distintas en varios centros y solo figura como profesional un médico.
  • Intenta averiguar por medios no virtuales la experiencia de las personas que han sido tratadas en ese centro. Si alguien domina las RRSS los comentarios que muestre su cuenta serán muy buenos.
  • La mayoría de centros suelen contar con agencias de comunicación que a veces pueden modificar los resultados, o bien tener contratados a ‘influencers’ para dejarse realizar tratamientos por una remuneración.
  • En todas las imágenes debería aparecer cuánto tiempo ha pasado desde que se ha realizado el tratamiento y la toma de la foto. Esto es muy importante en medicina estética, ya que los resultados recientes nunca son los definitivos debido a la inflamación o a la anestesia. Los profesionales han detectado a veces en las redes sociales fotos del antes y del después que no coinciden para nada con el tratamiento que anuncian (a veces se han realizado cirugías y aseguran que es un relleno, por ejemplo).
  • Desconfía de los profesionales que están continuamente en directo en las redes sociales – la pregunta aquí es: ¿cuándo trabajan?– y de los que anuncian sorteos.

Qué te van a poner y cómo

Para que el resultado sea natural y que consigas estar estupenda sin que nadie note que te has inyectado algo, es fundamental tanto la correcta elección del tratamiento como del producto elegido, y también el modo de aplicación idóneo. “Si tu objetivo es hidratar, se usará ácido hialurónico no reticulado, para no alterar volúmenes. En pieles más maduras, en cambio, se utiliza el reticulado, ya que también recupera el volumen perdido. En el caso de la toxina botulínica, dependerá de la fuerza del músculo que queremos relajar para que no se formen arrugas”, declara Ricart. Y en cuanto a si el suministro se hará con aguja o cánula, dependerá sobre todo de lo diestro que sea el terapeuta con la segunda, que es menos traumática que la aguja y, por tanto, reduce el riesgo de hematomas.

También debes saber que cada inyectable está identificado con una pegatina que sirve como control de trazabilidad. “En ella está indicado el número de lote y la fecha de caducidad, y debe ir en la historia clínica y concordar con lo que te ha explicado el médico en la cita previa informativa”, agrega Amselem.

Cuidados previos y posteriores

No sufras, que no tienes que hacer nada especial durante los días previos (bastante tienes con no ponerte demasiado nerviosa pensando en las agujas). Tan solo se aconseja que evites tomar mucho sol para sangrar menos y que no ingieras fármacos que alteren o modifiquen la coagulación de la sangre, como la Aspirina.

Al terminar tu sesión no te asustes si ves que la zona está enrojecida, presenta un poco de edema o algún hematoma, así como un dolor suave al apoyarte. Todos se pasarán transcurridas 24-48 horas y, en el caso de los hematomas, alguna crema con vitamina K acelerará su desaparición. Si te has puesto bótox, “no debes hacer nada que suponga presión en la zona tratada durante las 4-5 horas siguientes”, advierte la doctora Mira. Estas restricciones incluyen no tocarse, no apoyarse, no apretarse, no ponerse un casco de moto, dormir de lado o boca abajo, ponerse unas gafas de natación porque presionan la cuenca del ojo… “También debes evitar el ejercicio intenso en las primeras 24 horas, y las limpiezas faciales con vapor y el sol, si hay algún hematoma, en los próximos 14 días”, suma.

Si el activo que te han inyectado ha sido ácido hialurónico, “no te toques la cara para evitar la entrada de gérmenes durante las 2 horas siguientes. Evita el calor (sauna, baños calientes y ejercicios intensos), no duermas boca abajo, ni utilices gafas de sol si se apoyan mucho en la cara hasta que hayan pasado 24-48 horas. Tampoco te hagas ningún tratamiento dental, limpieza de cutis con vapor, ni tomes el sol, si hay hematoma, durante un mes”, añade la experta. Y olvídate de tomar bebidas muy calientes ni de apurar demasiado el cigarrillo (en caso de que fumes) un par de días después de haberte retocado los labios.

Las técnicas médico-estéticas más demandadas por los ‘millenials’

En la Clínica Mira+Cueto han realizado un estudio propio para averiguar las principales inquietudes y expectativas de mejora estética de las ‘millennials’. Según los datos que han obtenido, el 40% sí se ha realizado tratamientos médico estéticos: bótox, IPL o láser (20%), mesoterapias (10%) y ‘peelings’ médicos (10%). Además, todas las chicas que pertenecen al 60% que aún no ha recurrido a la medicina estética asegura que tienen claro que “quieren hacerse algo”. ¿El objetivo (prácticamente) común? Parecer menos cansada y sentirse más atractiva.