Poco a poco hemos ido sumando en el baño, a las cremas y los productos de belleza, ‘gadgets’ de todo tipo para mejorar nuestra piel y nuestro pelo, y cada vez son más sofisticados. Dispositivos de microcorrientes, con luz LED, de ultrasonidos, con radiofrecuencia, etc., pero ¿funcionan? Al final, suele ser una importante inversión y seguramente, si estás pensando en adquirir o regalar uno de ellos, te gustaría salir de dudas. Por eso hemos decidido hablar con dos especialistas médicos y centrarnos en el dispositivo más de moda en estos momentos, las máscaras de luz LED.

En realidad, este invento no es nuevo, pero antes sólo se utilizaba en las clínicas. Lo explica el doctor Juan Jiménez Cauhé, dermatólogo de Clínica FEMM: “Los tratamientos con fuentes de luz se conocen y utilizan en dermatología desde hace muchos años. Clásicamente, se usaba luz ultravioleta de tipo A y B (UVA y UVB) para tratar ciertas enfermedades inflamatorias de la piel, como la psoriasis o dermatitis atópica. Con los avances tecnológicos en los últimos 10-20 años, se han empezado a emplear fuentes de luz LED que no emiten radiación UV. Son sistemas de lámparas LED que emiten luz a distinta longitud de onda para tratar diferentes condiciones de la piel”.

“Esta terapia lumínica corresponde a lo que conocemos como bioestimulación. Esto no es más que la estimulación específica a través del diodo emisor de luz, de ahí su nombre. Esta luz se emite en el espectro visible, tiene diferentes colores que podemos ver y cada color corresponde a una longitud de onda que determina la profundidad a la que la luz penetra en el tejido y el efecto que va a producir en este caso en las células de la piel”, apuntan desde la Clínica Mira+Cueto.

Máscaras de luz LED: menos sofisticadas que las médicas

Así que está más que comprobado que los sistemas de terapia de luz LED que usan los profesionales funcionan, pero ¿son iguales las mascarillas de LED domésticas? “Los dispositivos que se usan en los centros médicos son más sofisticados. Suelen ser más potentes y permiten ajustar los parámetros (por ejemplo, el color de la luz, la fluencia, la densidad de energía, el tiempo, etc.) para poder hacer tratamientos más completos e individualizados. Además, se pueden combinar con otros tratamientos en clínica, lo que mejora el resultado”, aclara el experto.

Las máscaras de luz LED que se venden para que las usemos en casa, como las de los centros médicos o estéticos, pueden tener distintas luces, así que fíjate bien en eso si vas a adquirir una, porque dependiendo de aquello que quieras corregir o mejorar en tu piel, te convendrá una u otra o, mejor, una que ofrezca distintas posibilidades: “El color de la luz indica la longitud de onda de luz emitida. Cada longitud de onda tiene una penetración y una acción distinta en la piel, siendo la azul la que menos penetra y la roja la que llega a las capas más profundas de la piel”, precisa el dermatólogo Jiménez Cauhé.

Son varios los beneficios que se les atribuyen a los sistemas de terapia lumínica: “Según la longitud de onda los dispositivos con luz LED tienen distintas acciones sobre la piel, desde estimular la formación de colágeno hasta aumentar la microcirculación o favorecer la curación de heridas crónicas. Además, pueden tener efecto antiinflamatorio y antibacteriano. El uso más estudiado es para tratar el acné, para lo que sí existe amplia evidencia científica de que puede mejorarlo y eliminar una bacteria implicada en esta patología (Propionibacterium o Cutibacterium Acnes). Aunque no existe tanta evidencia, también puede mejorar las arrugas finas, los trastornos de la pigmentación, la rosácea, la dermatitis o la psoriasis”, señala el doctor de Clínica FEMM.

De todas maneras, aunque los expertos señalan sus beneficios, cuando se trata de una herramienta doméstica, no debes exagerar sus expectativas, como explica el doctor Jiménez Cauhé. “Las máscaras LED pueden ser una terapia complementaria a otros tratamientos (generalmente más eficaces que la luz LED) pautados por el médico para distintas condiciones de la piel. Es decir, pueden mejorar ciertas patologías o mejorar el aspecto de la piel, pero existen otros tratamientos más eficaces”.

Dispositivos lumínicos caseros: no todos son iguales

Otra cuestión importante que conviene que tengas en cuenta a la hora de evaluar si adquirir o no una máscara de luz LED es hacer una investigación, porque no todas las máscaras LED son iguales. “Muchos de los productos que se encuentran en el mercado no tienen la potencia suficiente como para producir un estímulo a nivel celular, con lo cual debemos ser cautelosos a la hora de adquirir uno”, advierte el equipo médico de la Clínica Mira+Cueto. Desde este centro indican que, en todo caso, es una tecnología muy segura. “Como se encuentra en el espectro de luz visible no se considera que pueda ser perjudicial. Pero, aunque no produzca calor ni dolor no está exenta de efectos secundarios en el 100 % de los casos, pues puede producir enrojecimiento, picor, inflamación o sequedad”.

Por otra parte, si te compras un aparato con luz LED es fundamental que lo uses bien si quieres tener resultados. “No se trata de utilizarlos por un tiempo limitado. A medida que vamos haciendo uso de ellos estamos mandando señales a distintas células para su reparación o modificación, por lo que deberían usarse con una periodicidad que va a depender de la indicación clínica. En nuestro centro estético, por ejemplo, solemos aplicar la terapia con luz LED cada tres semanas en los casos de rosácea y acné, y cada cuatro en antienvejecimiento. Y después indicamos un mantenimiento de una sesión cada tres meses según la evolución”, concluye el equipo de Mira+Cueto.

Si quieres probar estos dispositivos con luz LED, estos son algunos de los que más me gustan.

Glo Glo Face

Glo Face
399 € en El Corte Inglés

Esta herramienta doméstica tiene tres tipos de terapia LED concentrada (20 veces más potente que el promedio del mercado), microcorrientes reafirmantes con siete niveles de intensidad, tecnología de infrarrojos cercanos y cabezal de masaje.

Silvia Moreno Eclair Led Therapy Mask

Eclair Led Therapy Mask

Cuenta con tres modos de longitud de onda LED: roja para estimular la producción de colágeno y elastina; naranja para drenar y minimizar manchas; y azul para combatir el acné.

FAQ 202 Mascara led facial

202 Mascara led facial

Esta máscara es todo un prodigio de la tecnología. Cuenta con ocho longitudes de onda diferentes, tiene hasta 600 puntos de luz optimizados para cubrir hasta todo el rostro y está fabricada en una silicona ultrahigiénica que además se adapta superbién al rostro.

Geske Sonic Warm & Cool Mask 9 In 1

Sonic Warm & Cool Mask 9 In 1

Este es un dispositivo más sencillo, que reúne varias tecnologías, entre ellas la de luz LED de espectro completo, con diferentes longitudes de onda y colores, que combate los signos del envejecimiento a la vez que rejuvenece la piel.

Headshot of Virginia de los Ríos
Virginia de los Ríos

Virginia de los Ríos es experta en Belleza y Grooming, temas de los que escribe habitualmente en Cosmopolitan: cremas faciales, cosmética corporal, tratamientos capilares, protocolos en cabina, perfumes, nuevos activos… Desde Dior a Chanel, pasando por Loewe, Sephora, Augustinus Bader o Cantabria Labs, sigue al milímetro los lanzamientos de las marcas del sector beauty, desde las más prestigiosas a las firmas nicho o las marcas low cost.

A esta periodista especializada en belleza y tratamientos –y a la que muy pocas cosas le harían renunciar a un pintalabios rojo satinado– le sigue apasionando, después de 15 años escribiendo sobre belleza, colarse en los laboratorios cosméticos para conocer cómo se desarrollan los ingredientes más punteros, destapar el frasco de las nuevas esencias y meter los dedos en los tarros de crema. Antes de que Instagram fuera un embrión, creó la plataforma The New Millesime, con el formato de tablero, para dar a conocer y analizar lo último en cosmética de lujo y lifestyle.

Virginia de los Ríos se licenció en Filología Hispánica por la Universidad de Deusto, posteriormente se diplomó en Edición y Publicación de Libros por la misma universidad y tiene el Máster en Periodismo por la Universidad del País Vasco. Fue profesora de Lengua y Literatura españolas durante dos años en la Universidad de St. Andrews (Gran Bretaña) y cuenta con una experiencia de más de dos décadas como periodista en distintos medios de comunicación, entre los que destacan algunas de las cabeceras de HEARST, como Elle, Cosmopolitan, Harper’s Bazaar, Men’s Health o Esquire. Además, ha sido redactora jefe de Women’s Health y ha colaborado en numerosos grupos editoriales y publicaciones de relevancia, como Prisa, Unidad Editorial, El Semanal XL, MujerHoy, Yodona, Fuera de Serie, etc.