Muchos son los movimientos que llegan prometiendo la ansiada felicidad. Seguro que algunos de ellos, como la filosofía Hygge y Lagom, te suenan. El primero quemó las redes en 2016 y el segundo hizo lo propio en 2017. Y siguen dando guerra. Libros, establecimientos o firmas de decoración se inspiran en estos planteamientos de vida pero, ¿sabes realmente qué hay detrás de ellos? ¿Y qué es lo que les diferencia? A veces (reconócelo), con tanta nueva tendencia, una se pierde.

Hygge y lagompinterest
D.R.
Izquierda: Lagom, el secreto sueco de la buena vida (ed. Urano). Derecha: Hygge, la felicidad en las pequeñas cosas (ed. Planeta)

Teniendo claro que ambas formas de vida persiguen el bienestar, estas son algunas de sus principales diferencias:

- La procedencia. Los dos movimientos provienen del norte de Europa, pero el hygge se empezó a extender en Dinamarca mientras que Lagom es 100% sueco. Y aunque nos suene parecido (sí, vale, es escandinavo), no es lo mismo. Como tampoco lo es un gallego frente a un vasco, ¿no?

- Sus mantras. Disfrutar de las pequeñas cosas como calentarte al lado de una chimenea, de la temperatura perfecta de un té o promover una cena distendida con amigas son los highlights del hygge. Vive todos esos momentos fugaces porque harán tu vida más feliz.

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Al otro lado está Lagom, toda una oda al equilibrio, al punto medio. Apuesta por la frugalidad, que se resume a la perfección en la frase "not too little, not too much. Just right". Si te gusta el chocolate come cada día una onza, pero no te des nunca un atracón. Y si tienes mucho trabajo esfuérzate al máximo, pero no vivas diez horas al día en tu oficina.

Así, se podría decir que la primera tendencia te empuja a exprimir y echarte a la mochila todos los pequeños momentos bonitos que te brinda el día a día. La segunda, te anima a encontrar el balance a cada paso que des, pues "más no es necesariamente mejor". Si ya lo decía Horacio... (recuerda su definición de virtud: "el término medio entre dos extremos igualmente viciosos").

- Su relación con el mundo. Alguien que sigue un estilo de vida hygge se preocupa porque todo lo que le rodee sea muy cozy, es decir, confortable e íntimo. Si ahí afuera hace frío, tú disfrutas tan ricamente de tu té caliente, manta amorosa y libro entretenido. Y si en tu ambiente de trabajo hay algo muy tóxico, también tienes las herramientas para que te afecte lo más mínimo. Es decir, se hace hincapié en el trabajo personal que cada uno tiene que hacer para promover su bienestar y por ende, el de quienes le rodean.

Por su parte, la sostenibilidad forma parte del ADN del Lagom. Una de las razones que explican la moderación que caracteriza a este estilo de vida, es que nuestro mundo pide a gritos un consumo y una producción más responsable, un reciclaje, una alimentación de proximidad, etc. En resumen: en Suecia se toman muy en serio el compromiso más global, el que te atañe con el planeta, mientras que el modo vital made in Dinamarca piensa un poco más en el 'aquí y ahora'.

- El vínculo con otras industrias, como la decoración. Lagom ha conseguido tener su estilo deco homónimo mientras que el Hygee, no. Claro, que con IKEA (que es sueca), es fácil que esto ocurra. Funcional, simple y estilosa, su carácter sostenible es la parte que más le caracteriza. 'Live Lagom' aboga por muebles y productos para llevar una vida en casa en completa armonía con el medio ambiente. Otras marcas como Lagom Design, también siguen los mismos patrones, y además son de lo más cuquis.

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En definitiva, hay pequeñas diferencias entre los dos términos aunque, siendo francas, el éxito de ambas de basa en lo mismo: la necesidad que tenemos por encontrar el antídoto a nuestra vida hiperactiva. El "no me da la vida", las prisas y el no pararse a disfrutar de las cosas marcan nuestro ritmo (sobre todo de lunes a viernes), y el influjo escandinavo nos ha gustado porque nos recuerda que así no se puede vivir.

Así que, en 2016 fue Hygge, en 2017 Lagom... ¿Qué tal si en 2018 eres tú misma, poniéndote los límites y las reglas que necesites para vivir más plenamente? Y es que recuerda, para conectar hay primero que desconectar...