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A pesar de lo avanzada que está la sociedad, todavía hay un ámbito donde estamos atrasados: la igualdad entre hombres y mujeres. Sí, se han hecho muchos avances, pero todavía parece que declararse abiertamente feminista despierta ciertos comentarios (sin sentido) por todos aquellos que realmente no saben bien lo que tratas de defender.

Por eso tenemos aquí unas lecciones básicas sobre el feminismo para todos aquellos que anden perdidos sobre este tema.

1. Feminismo no es lo opuesto a machismo.

Según la RAE (Real Academia Española) el feminismo se define como “una ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres”

Para todos aquellos (y aquellas) que todavía digan “yo no soy machista ni feminista” como si fueran opuestos, deberían saber que lo contrario a machismo se llama hembrismo.

Como aclaración: lo que busca el feminismo es la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, no la supremacía de las mujeres con respecto a los hombres.

2. Escuchar piropos por la calle no es halagador.

¿Cuántas veces has escuchado un silbido, una bocina de coche, o un comentario sobre tu cuerpo que más que halagada te ha hecho sentir incómoda? Esto es a lo que las mujeres nos enfrentamos al salir a la calle. El que nos juzguen por nuestro aspecto, y recibir opiniones (que no hemos pedido) de desconocidos y sobre nuestro cuerpo.

3. Sí, también los hombres pueden ser feministas.

No es algo exclusivo del género femenino. Los hombres que creen en la igualdad de género automáticamente son feministas. Sí es cierto que más de uno no es consciente de ello (por puro desconocimiento) Pero, en la época que vivimos, ¿cuánta gente no piensa en igualdad?

4. El pecho de la mujer no debería estar sexualizado.

La sociedad ha olvidado que la función principal del pecho de la mujer es dar alimento a sus hijos. Por eso, la gente que se escandaliza cuando ve a una mujer dar el pecho, se está escandalizando de un acto natural que no debe suponer un suplicio para una madre.

Si estás dando un paseo y es la hora de comer del niño, no debe ser incómodo para nadie ver esta situación, y mucho menos hacer sentir mal a una madre por hacerlo.

5. Tener miedo cuando vas sola por la noche no debería ser normal.

Cuando nos despedimos de una amiga y le decimos “avísame cuando llegues” lleva implícito que cabe la posibilidad de no llegar.

Por ejemplo al pasar por una calle un poco más oscura y acelerar el paso, o cambiar de ruta para llegar a casa porque hay un grupo de chicos al final de la calle. Ese miedo NO ES NORMAL.