Esta taza es el principio de un año genial. Esta frase, grabada en un bol de desayuno, seguro que ha acompañado a muchas personas que pensaron que les ayudaría cada mañana a luchar por sus deseos. Habría que preguntarles qué opinan ahora, cuando estamos a punto de cerrar un año de perros... Quizás no forman parte del 38% de españoles que, según el estudio Global Happiness, de Ipsos, se siente feliz pese a lo ocurrido en 2020.

Es tendencia

La filosofía Mr. Wonderful está en entredicho. La pandemia ha dibujado demasiados nubarrones en el futuro al tiempo que psicólogos, psiquiatras y sociólogos han decidido abrirnos los ojos. "En todo lo que hay una parodia, existe una base, pero la han llevado tanto a la caricatura, que ha perdido ese sentido", dice Anabel González, psiquiatra del Hospital Universitario de La Coruña. Autora de Lo bueno de tener un mal día (ed. Planeta), es tajante al decir que "si necesitas muchas afirmaciones de este tipo en agendas, felpudos… seguramente te iría mejor acudir a terapia una vez al mes". Para ella, la felicidad está sobrevalorada y se ha convertido en una obsesión colectiva. González destaca que el organismo despliega más emociones desagradables que agradables y esto no es casual, sino que se debe a que las negativas son más importantes: nos ayudan a relacionarnos, a adaptarnos al medio y a protegernos de él. El psicólogo sanitario y psicoterapeuta Buenaventura del Charco Olea lo explica de esta manera: "Estamos secuestrados por la obligación de que todo sea perfecto: nuestro aspecto físico, ser madre, deportista, lectora... Hay un postureo actitudinal positivista en el que tenemos que aparentar que siempre nos encontramos alegres. Pero, en realidad, cada día nos damos cuenta de que somos menos libres bajo esta obligación de fingir
que todo va bien".

El nuevo poder

El psicoterapeuta compara la importancia que ha adquirido este tema –hoy hay un Día de la Felicidad, y hasta una fórmula para encontrarla– con Instagram y la imagen que proyectamos. "En las redes sociales todo es rápido, agradable e ideal. ¿Nos creemos de verdad nuestra apariencia cuando subimos una foto con cinco filtros y eligiendo los ángulos? Esto es exactamente lo mismo: forzar la realidad y maquillarla en lugar de asumirla tal y como es». Del Charco denuncia que frases aparentemente inocentes como Sonríe a la vida te pueden estar privando del derecho a estar mal. "Si, por ejemplo, te deja tu novio y piensas en sonreír, eso es que tu relación no era satisfactoria y ahí sí tienes un problema". Tanto él como la doctora González destacan la importancia de escucharnos y de mostrar todo tipo de emociones, las buenas, las que no lo son tanto, y las malas, como la ira, el dolor, el miedo o la rabia. Porque todas ellas forman parte de tu yo y, si eliminas alguna, dejarás de ser tú misma y te resultará más difícil encontrar el equilibrio para enfrentarte a la vida. "Lo que tenemos que hacer es atender a nuestras emociones, sean agradables o no", dice Del Charco. Para él, "hay un exceso de postureo positivista y de hipocresía, de presión social por tener que estar bien". Y pone de manifiesto cómo los últimos meses las depresiones y la ansiedad han aumentado de forma brutal, y que en abril de 2020 el consumo de alcohol subió un 70%. Desde otra perspectiva, la socióloga israelí Eva Illouz y el psicólogo español Edgar Cabanas han revolucionado Francia con un libro que ahora ha llegado a España: Happycracia. Cómo la ciencia y la industria de la felicidad controlan nuestras vidas (ed. Paidós). Ellos plantean que este ansiado estado de ánimo se ha convertido en una herramienta en pro del individualismo y al servicio del sistema económico actual. Para ellos, las emociones no son buenas o malas, sino que tienen diferentes funciones y efectos según el momento en el que surgen. Por ejemplo, la ira puede ser negativa si resulta desproporcionada, pero positiva si pretende lograr un cambio social.

Si te gusta…

Según Anabel González, el verdadero error es trivializar, ya que esta solución sólo resulta práctica un momento. Libros de autoayuda, mindfulness, frases… nada de esto vale si lo necesitamos para funcionar. Otra cosa es que te gusten o te hagan gracia. ¿Que qué mensaje debería despertarnos? Del Charco lo tiene claro: "No tienes que ser optimista, sino honesto con cómo te sientes y tratarte bien en lo que te está pasando. No te regañes ni te dejes solo. Llora y pelea por ti si hace falta. ¡Aunque necesitaría una taza muy grande!".

CONSECUENCIAS TÓXICAS DEL 'FAKE HAPPINESS'

La tiranía de la felicidad y la invasión de frases buenrrollistas tienen efectos secundarios. Los psicoterapeutas Buenaventura del Charco Olea, psicólogo sanitario, y Anabel González, psiquiatra, desvelan los más importantes.

  • Te engañas a ti misma

«Tapando la parte que está hecha polvo, te estás traicionando», dice Del Charco Olea, que aboga por que te prestes el apoyo que necesitas. Centrarte sólo en lo que quieres ver puede hacer que no actúes ante problemas que crecen.

  • Expectativas falsas, ansiedad…

«Evitar emociones desagradables hace que aumenten o aparezcan síntomas como la ansiedad». Para el experto, lo más eficaz es que las admitas. «La gente que se lleva mal con la tristeza y la ve una muestra de debilidad acaba en frecuencia en depresión», añade la psiquiatra. Y una visión poco real puede hacer que aspires a objetivos irreales.

  • Sientes que eres culpable

El psicólogo dice que ha observado en su consulta que «esta faceta está haciendo que muchas personas, cuando están mal, encima se sienten culpables por considerarse negativas». Y añade: «Es una injusticia y una deshumanización terrible. ¿Dónde está la empatía?».

  • Puede que tu cuerpo se resienta

La doctora González habla de los efectos físicos de esta negación: "Anestesiar la respuesta emocional puede provocar colon irritable, dolores de cabeza… Porque el cuerpo también lo expresa. Hay que notar todas las emociones, abrir las ventanas, hablar, digerirlas. Si no lo haces, terminan acumulándose".

el lapiz roto junto al mensaje "hoy todo va a salir bien" te anima a cambiar la vida color rosa por la gestión de las emociones para ser feliz
STOCKSY
Agenda ’happy’ y lapiz roto

NO SIGAS ESTOS CONSEJOS

Si estás mal (has perdido tu trabajo, a un ser querido, te han dejado…) y alguien utiliza una frase hecha superhappy, no le hagas ni caso. La psicóloga Briar Jacques, experta en mindfulness y fundadora de The Free Spirit Project, te ayuda a desmontar esos consejos del pensamiento positivo que no te van a ayudar.

‘BAD TIP’ Nº 1

"Si ves siempre el vaso medio lleno, conseguirás 
lo que quieres".

Es la esencia de la Ley de la Atracción. ¿Cómo, que tú la practicas y aún no eres una modelo millonaria? Eso se debe a que, en realidad, la positividad por sí sola no consigue nada: sólo es uno más de los ingredientes del éxito. Para avanzar debemos hacer caso a todos los sentimientos, los buenos y los malos.

SOLUCIÓN La experta recomienda que escuches a tu subconsciente (con la ayuda de un profesional) y resetees tu sistema neuronal para que de tus sensaciones, agradables o no, fluyan pensamientos positivos. Y ese trabajo que deseas o el chico que tanto te gusta puede que entren en tu vida.

‘BAD TIP’ Nº 2

"Deshazte de la negatividad, piensa en otra cosa y sé siempre optimista".

Si de niña, cuando te pasaba algo, te decían: "Contrólate", te daban una chuche para calmarte o, simplemente, te dejaban llorar, no es raro que ahora reprimas las emociones, las exageres o hagas como si no existieran.

SOLUCIÓN Toma conciencia de lo que sientes y exprésalo. Deja que la cría que hay en ti (es decir, tú misma) plante cara a sus sentimientos y explícale cuándo 
y por qué han surgido.

‘BAD TIP’ Nº 3

"Ante todo, muestra valentía. Debes ser 
una mujer fuerte".

Es importante definir qué es el valor. Se trata de la habilidad para afrontar sentimientos y patrones de conducta negativos si surgen.

SOLUCIÓN Enfrentarse a los miedos no es hacer puenting, sino afrontar los fantasmas interiores, los que te amargan la vida. Una vez que aprendas a manejarlos (quizá con un terapeuta), es cuando la positividad pasa a ser fundamental.

‘BAD TIP’ Nº 4

"Dile a tu mente que se recupere. Si le pones un poco de alegría, lo hará".

"¡Ojalá fuera así de sencillo!", dice Briar Jacques. Reprimir las emociones tras un cambio o una situación difícil es como no prestar atención a un brazo roto y esperar sin hacer nada a que sane.

SOLUCIÓN Los sentimientos negativos forman parte de tu experiencia. Tienes que notarlos, explicárselos a alguien con pelos y señales (a una amiga o a un terapeuta) y hacer que cuerpo y mente se liberen de ellos.

‘BAD TIP’ Nº 5


"Si algo va mal, piensa en positivo 
y todo cambiará".

Hay algo de verdad, pero sólo si estás en equilibrio. Si no, sufrirás distorsiones cognitivas, imposibles de superar sólo con pensamientos positivos o racionales. Si lo haces así, se librará una peligrosa batalla en tu cerebro.

SOLUCIÓN Olvídate de todo y céntrate únicamente en tu respiración y tu estado físico. En 96 segundos
empezarás a notar la mejoría. "Luego, intenta reequilibrarte con buenos pensamientos", aconseja la experta.

‘BAD TIP’ Nº 6

"Eres afortunada. 
Da las gracias por todo lo que tienes".

Estás fatal. Aun así, alguien te recuerda lo que tienes. "Esto añade un sentimiento de culpabilidad y un cóctel que no sabes manejar", dice Briar Jacques. En estos casos, la gratitud te distrae de sentir lo que de verdad quieres.

SOLUCIÓN El dolor físico y el emocional activan las mismas regiones cerebrales. No permitas que nadie, ni tú misma, te haga creer que por tener otras cosas no tienes derecho a sentirte mal. Son escenarios complementarios.

‘BAD TIP’ Nº 7

"Los pensamientos tóxicos recurrentes sólo provocan depresión".

Si sólo tienes malas sensaciones, estas repercutirán en tu forma de ver la vida. Tu cerebro tiene neuroplasticidad (capacidad para adaptarse), pero 
esto puede ser bueno 
o malo. Lo mejor, 
que no te obsesiones.

SOLUCIÓN Cuando estés en equilibrio, puedes recurrir al mindfulness y a otros ejercicios que te ayuden. "Intenta entonces apoyarte en lo positivo", dice Jacques.