Cada vez está más claro. Vivimos permitiéndonos abrir el grifo con alegría para lavarnos la cara por la mañana, ducharnos a pierna suelta después de desayunar, o cepillarnos los dientes mientras dejamos el grifo abierto. Lo hemos interiorizado. Es algo que hacemos con tanta naturalidad que no le damos importancia ni valor. Pero si pudiéramos meternos dentro de un dron, entrar dentro del grifo y viajar por las tuberías hasta el lugar donde nace el agua potable que bebemos, no podríamos volver a pegar ojo.

El nivel de precipitaciones entre el pasado octubre y enero en España fue de un tercio por debajo de lo habitual en esas fechas. En algunas zonas de Extremadura ya sufren restricciones de suministro, y la campaña de la fresa ha empezado con apuros. Los expertos calculan que para 2030, el 66% de la población mundial se enfrentará a condiciones de agua alarmantes; de hecho, según datos del MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), la reserva hídrica se encuentra al 44,3% de su capacidad total. Los expertos del Foro de la Economía del Agua ya advierten que nos encontramos en una fase climática cálida y seca que durará, al menos, hasta el año 2.300, que la escasez de agua es un problema que debemos abordar entre todos y que la concienciación y los gestos cotidianos de ahorro de agua son fundamentales.

Es verdad que la industria se ha puesto a funcionar a toda pastilla para adaptar su producción a las nuevas exigencias de sostenibilidad marcadas por los organismos internacionales para hacer una transición ecológica en toda regla. Además de la industria de la alimentación, por supuesto, la de la moda y la cosmética no se han quedado atrás. Es verdad que a veces estamos algo perdidas, porque no paramos de escuchar conceptos como orgánico, bio, eco..., y desconocemos sus principales diferencias. Pero ya hay algunos paradigmas que estamos cuestionando, como por ejemplo el que hay que estrenar decenas de prendas de ropa para que luego queden en el armario muertas de risa esperando a una ocasión similar.

Hay infinitos trucos para ser más sostenible en tu día a día, desde utilizar la luz con un poco de cabeza hasta lavar el coche de forma más sostenible, pero en este artículo nos centramos en los gestos cosméticos que puedes hacer para ahorrar agua dentro de tu cuarto de baño. Esta nueva tendencia se llama Waterless-Washing, y aboga por la sostenibilidad de la piel.

Según un informe sobre tendencias de belleza 2022 de WGSN (autoridad mundial en pronósticos de tendencias y datos análiticos), la actitud pospandémica en torno a la frecuencia de lavado se centra en lavar solo las zonas más ‘olorosas’ del cuerpo para reducir el consumo de agua y el daño al microbioma de las personas, una idea que sigue a la que se inició el año pasado de fabricar productos sin agua. "Esta iniciativa se originó en Corea, más por el beneficio que supone para la piel que como esfuerzo de conservación", nos cuentan los expertos de la tienda online de cosmética natural Vera & The Birds.

Además, reducir el tiempo de ducha (vale ponerte un cronómetro, te aseguramos que cinco minutos son una eternidad), o dejar de utilizar el inodoro como cubo de basura (una buena idea es colocar un basurerito mono) son ideas más que interesantes. Puede que lo de una sola persona no sea significativo, pero imagínate que lo hiciera todo el mundo...

Las mejores categorías de productos para reducir tu consumo de agua

Agua micelar

En los últimos años ha desbancado a leches, cremas y geles limpiadores por su sencillez de uso y porque elimina el paso del aclarado. “Introducir un agua micelar en la rutina diaria es un modo interesante de reducir el consumo de agua", argumenta Rocío L. Cuesta, Doctora cum laude en Farmacia y CEO de la marca murciana Alma Secret.

Su Agua micelar Pink Mango, como su categoría indica, contiene micelas (como unas esponjitas absorbentes) naturales que atrapan el maquillaje y las impurezas sin necesidad de aclarar.

Alma Secret Agua micelar Pink Mango

Agua micelar Pink Mango
19 € en awin1.com
Crédito: Alma Secret

Y nuestro otro agua micelar favorito, como no podía ser de otra manera, es el de Bioderma, que nació para dar respuesta a los dermatólogos en busca de una higiene que no agrediera la piel de sus pacientes, por eso su Agua micelar Sensibio para pieles sensibles está entre las primeras en las listas de ventas. "Por algo se vende uno cada segundo en el mundo", recuerda Marta Garnica, Training Manager de NAOS, laboratorio de Bioderma e Institut Esthederm.

Bioderma Agua micelar Sensibio H2O

Agua micelar Sensibio H2O
Crédito: Bioderma

Champú sin sulfatos

La particularidad que tienen los sulfatos es que no hacen espuma, por lo que resultan muchísimo más fáciles de aclarar. Si además eliges una fórmula purificante y natural capaz de regular el exceso de sebo en la raiz del cabello, no te importará espaciar los lavados, con lo que también le harás un favor al planeta.

Shu Uemura Art of Hair Champú iluminador sin sulfatos

Champú iluminador sin sulfatos
Ahora 16% de descuento
Crédito: Shu Uemura

Crema con hidrolatos

Además de limitar, de manera literal, el consumo de agua durante la rutina facial, también puedes contribuir a reducir el gasto de agua utilizando productos cuyas formulaciones lleven hidrolatos (las aguas florales que se generan de la destilación por vapor de diferentes partes de plantas y flores para producir aceites esenciales). "Al emplear los hidrolatos no es necesario usar agua, por lo que su consumo se reduce notablemente en el proceso de fabricación del producto", explica Fidel Delgado, CEO de las marcas Alskin Cosmetics y Dersia.

Crema facial Blue Essence

Crema facial Blue Essence
Ahora 32% de descuento
Crédito: Dersia

Mascarilla de hidrogel

Poco a poco han ido conviviendo con las mascarillas de crema de toda la vida. Estas son refrescantes, y funcionan por efecto oclusivo (se inspiran en el modo de acción de las cataplasmas) haciendo que la penetración del principio activo en la piel sea mayor. Después de hacer su trabajo no requieren aclarado; al contrario, es aconsejable masajear el restante de producto hasta su total absorción.

LANCOME Mascarilla de hidrogel

Mascarilla de hidrogel
Crédito: Lancôme

Toallita desmaquillante

Además de no necesitar agua con ellas para retirar el maquillaje (se calcula que en un minuto que dejamos el grifo abierto se pierden entre 5 y 10 litros de agua), "cada vez se utiliza menos agua para producirlas (hasta un 50%) y se emite menos CO2 en su fabricación en comparación con las toallitas genéricas", apunta Gisela González, PR and Sustainability Manager de Nivea España. "En nuestro caso concreto, las nuevas fibras no tejidas que trabajamos tienen la certificación PEFC, lo que significa que proceden de bosques gestionados de forma sostenible", añade la experta.

Nivea Toallitas Desmaquilladoras

Toallitas Desmaquilladoras
Crédito: Nivea

Champú sólido

La mayoría de este tipo de productos requieren tan solo un 10% de agua con respecto a los cosméticos líquidos. Y tienen más ventajas: "además del ahorro del agua, son productos más hidratantes porque los activos están más concentrados, duran más, por lo que resultan más económicos, generan menos residuos y son más prácticos. Las mujeres cada vez están más concienciadas, sobre todo las más jóvenes, y cada vez nos piden más líneas infantiles, incluso para mascotas", cuenta Maribel Sánchez, encargada de Investigación y Desarrollo de Uvas Frescas.

Sérum capilar

Este concepto de producto consigue hacer penetrar sus activos hasta el corazón de la fibra capilar de la misma manera que lo harían los de un acondicionador o una mascarilla, con lo que estos se pueden sustituir sin ningún problema por el sérum porque aporta los nutrientes que el cabello necesita para estar sano y vigoroso, como colágeno, ácido hialurónico o ácidos grasos Omega 3.

Kérastase Sérum nocturno nutritivo

Sérum nocturno nutritivo
Crédito: Kérastase

Acondicionador sin aclarado

¿Sabes cuánto agua gastas cada vez que tienes que aclarar tu acondicionador? De media, 7 litros, lo que supone al mes 112 litros de agua caliente que se escapan por el desagüe; y eso, contando con que te laves el cabello cada tres días, porque hay quien lo hace a diario... Por eso los acondicionadores sin aclarado son una de las prioridades en los departamentos de Investigación y Desarrollo de la industria cosmética dedicada a productos para el cabello.

Original Remedies Acondicionador sin aclarado con coco y aloe vera ecológico

Acondicionador sin aclarado con coco y aloe vera ecológico
Crédito: Garnier

Toallitas higiénicas

Además de que las puedes llevar contigo a cualquier parte, con un par de minitoallitas puedes sustituir la ducha extra que te darías en alguna ocasión, o solucionar más de un viaje innecesario a casa en mitad de un momento de máxima emoción. Por no hablar de que si no llevas gel higienizante encima, puedes usarlas para limpiar tus manos en cualquier momento.

indasec Toallitas íntimas

Toallitas íntimas
Ahora 30% de descuento
Crédito: Indasec

Champú en seco

Es imposible encontrar un producto más práctico, rápido y milagroso que este. Para cualquiera de esos días en los que lavarías tu melena, pero solo tienes 15 minutos para salir de casa, no hay nada mejor. Haz unas ocho secciones en el cabello y rocía el champú (en formato spray) a unos diez centímetros de la raiz. Deja secar aproximadamente un minuto, y cepilla enérgicamente.

Gliss Champú en seco anti-grasa Gliss

Champú en seco anti-grasa Gliss
Ahora 38% de descuento
Crédito: Schwarzkopf
Headshot of Amelia Larrañaga
Amelia Larrañaga

Periodista especializada en belleza, bienestar y estilo de vida desde hace más de 25 años. Desde que se licenció en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, ha escrito para medios como Elle, Vogue, Woman, Yo Dona, Mujer Hoy, Elle Gourmet o Harper’s Bazaar.  Dentro del mundo de la belleza, es experta en peinados, cortes de pelo y cabello en general (en una alfombra roja, no se le escapa el más discreto de los postizos ni el más escondido de los trucos) y lo sabe todo acerca de color y las últimas tendencias capilares, gracias a que se tituló en Peluquería en la Academia Guallar de San Sebastián mucho antes de estudiar periodismo.  Si no hubiera sido reportera, le hubiera gustado ser antropóloga o socióloga, por eso disfruta como una niña con ensayos que le ayuden a entender mejor al ser humano y su conducta, individual y en masa, o entrevistando a los expertos para sus artículos sobre psicología y tendencias sociales. Probadora profesional de experiencias, es capaz de sumarse a cualquiera de sus valientes retos “30 días sin…” para luego contar cómo es transitar durante un mes fuera de su zona de confort.