Érase una vez un misterio de la era analógica: lo que le ocurre al cerebro cuando pasea. Los expertos de esto que ahora se da en llamar “Mental Health Walking”, o mejor dicho, el cuidado de la salud mental a través del paseo o el acto de caminar, no se cansan de enumerar sus beneficios. ¿El principal? el descanso del cerebro, pero a la vez un chute para la creatividad. Así que si sales a pasear sola, lo ideal sería ir provista de una grabadora, utilizar una 'app' para tomar notas de voz, o crear un contacto propio en 'Whatsapp' para 'audiarte' y no dejar que las buenas ideas, tan codiciadas, se esfumen.

La estabilidad mental se trabaja con la presencia de rutinas y, como cualquier deporte, “aumenta los niveles de serotonina, oxitocina y endorfinas del cerebro, responsables del bienestar emocional”, dice Tammy Ibán, CEO de Clandestinemood. La razón es que implantar una rutina deportiva activa la parte emocional y creativa de nuestra mente.

Caminar, algo tan sencillo, te da múltiples posibilidades para entrar en la introspección y regalarte tiempo de calidad para estar en contacto contigo, algo tan inusual al fin y al cabo. Puedes probar cada día una fórmula hasta dar con la que te hace sentir mejor: en silencio para poder reflexionar o meditar, con música u otro sonido de fondo o con un 'podcast' si quieres mejorar el estado de ánimo, aumentar tu motivación o distraerte de los pensamientos negativos. "Escuchar contenido interesante o educativo puede proporcionar un impulso adicional a la creatividad y la imaginación", explica Justine Roditis, International Business Developer en WeWard, la 'app' que te paga por caminar, convirtiendo esta actividad a dinero o regalos y aportaciones a asociaciones.

Después de pillarle el punto, puedes dedicarte a explorar diferentes modos de caminar, como por ejemplo hacerlo por diferentes calles o barrios de tu ciudad, donde sin duda harás miles de descubrimientos, o poniendo el foco en una ciudad o espacio concreto (hay un montón de parques que seguro que aún no conoces), caminar por la arena sin zapatillas, hacerlo por el bosque escuchando los pájaros o tus pasos sobre la hojarasca…

¿Por qué caminar activa la creatividad?

La imaginación y la creatividad van muy ligadas a la estimulación de la mente, pero también a su tranquilidad. Cuando esta se encuentra relajada y libre de estrés, la creatividad y la imaginación fluyen mucho mejor. "El ejercicio físico aumenta la circulación sanguínea y el flujo de oxígeno al cerebro, lo que mejora la creatividad y la capacidad imaginativa, y esta actividad en concreto, además, te obliga a llevar la espalda recta y a movilizar las piernas", corrobora Justine Roditis.

Capitán Swing Wanderlust. Una historia del caminar

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Crédito: Capitán Swing

¿Y en compañía?

Aquí sería imposible no hablar de la idea de 'walking girls' que ha puesto de moda Tammy Ibán, la CEO de Clandestinemood, una plataforma que pone en contacto a sus socias para salir juntas a caminar y, de paso, sacar también a pasear sus mejores 'outfits'. “Iniciamos 'walking girls' con el objetivo de que las asistentes pudiesen, incluso sin conocerse, tener un tema en común: caminar. Supongo que la facilidad de entablar una conversación caminando viene de la activación de endorfinas”, dice Tammy. Tanto es así que cuando estuve preparando mis oposiciones, me recomendaron incorporar una rutina de paseo", cuenta.

Y es que al andar, como tu mente se despeja, se crea un ambiente más relajado que propicia la comodidad, y hace que las personas se abran a compartir sus sentimientos y pensamientos. "Además, al andar, cambiamos de entorno y evitamos distraernos durante la conversación, lo que fomenta charlas mucho más fluidas y enriquecedoras", argumenta Justine Roditis.

Cómo instaurar el hábito de caminar

  • Fija una hora cada día, y una duración (45 minutos es lo ideal). Por ejemplo, por la mañana después de un café y antes de desayunar.
  • 5 días a la semana es necesario para que pueda ser instaurada como rutina.
  • Completa 21 días caminando para evaluar sus resultados (te aseguramos que lo vas a notar, tanto a nivel físico como mental).
  • Divide la actividad en partes. Si no tienes 30 minutos seguidos para caminar, los puedes dividir en bloques más pequeños, como caminar 10 minutos por la mañana, 10 minutos por la tarde y 10 minutos por la noche, por ejemplo.
  • Integra el acto de caminar en la rutina diaria. Así, en lugar de verlo como una actividad adicional, lo puedes integrar en la rutina diaria, como caminar para ir al trabajo, bajar una parada antes del transporte público o acercarte andando a buscar un café a media mañana.
  • Busca a un amigo para andar. Caminar en compañía puede motivar mucho a salir a andar, y también se puede aprovechar el tiempo para socializar y charlar.

No tienes ninguna excusa para apuntarte a esta tendencia con una relación beneficios/precio tan increíble. Mueve tus piernas, tu corazón y tu cabeza. Socializas y es gratis. ¿Se te ocurre algo mejor?

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Amelia Larrañaga

Periodista especializada en belleza, bienestar y estilo de vida desde hace más de 25 años. Desde que se licenció en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, ha escrito para medios como Elle, Vogue, Woman, Yo Dona, Mujer Hoy, Elle Gourmet o Harper’s Bazaar.  Dentro del mundo de la belleza, es experta en peinados, cortes de pelo y cabello en general (en una alfombra roja, no se le escapa el más discreto de los postizos ni el más escondido de los trucos) y lo sabe todo acerca de color y las últimas tendencias capilares, gracias a que se tituló en Peluquería en la Academia Guallar de San Sebastián mucho antes de estudiar periodismo.  Si no hubiera sido reportera, le hubiera gustado ser antropóloga o socióloga, por eso disfruta como una niña con ensayos que le ayuden a entender mejor al ser humano y su conducta, individual y en masa, o entrevistando a los expertos para sus artículos sobre psicología y tendencias sociales. Probadora profesional de experiencias, es capaz de sumarse a cualquiera de sus valientes retos “30 días sin…” para luego contar cómo es transitar durante un mes fuera de su zona de confort.