- Cuidado de la cara: la rutina de belleza facial perfecta
- Rutina de belleza: el orden correcto de aplicación de productos
- Cuidado de la cara para piel mixta: la rutina de día y noche perfecta
Las redes sociales tienen muchas ventajas, sobre todo para la industria de la belleza y los amantes del maquillaje y el 'skincare'. Y es que basta con abrir TikTok o Instagram para enterarte de las novedades en cremas, lo último en propiedades antioxidantes o el nuevo producto de maquillaje que se ha hecho viral en los últimos tiempos. El caso es que esta sobreexposición está provocando una fiebre por el cuidado de la piel por parte de niñas preadolescentes que lejos de necesitarla, realizan vídeos con rutinas completísimas.
La generación Alpha (jóvenes nacidos a partir del año 2010) tiene una obsesión por consumir productos de belleza. Incluso hay niños y niñas que empiezan a consumir cosmética mucho antes. Se conoce como cosmeticorexia y abarca la obsesión adolescente por los cosméticos.
También pasa en el terreno de la medicina estética. De hecho, en Inglaterra se han prohibido las infiltraciones de neuromoduladores en menores de 18 años: "Las redes sociales, los filtros que muestran pieles irreales y la cantidad de mensajes impartidos por no profesionales en esos canales tienen mucho que ver en esta obsesión adolescente por la belleza”, explica la farmacéutica experta en dermocosmética Asun Arias.
Esta fiebre también se conoce como 'Sephora tweens'. Y es que, con este nuevo movimiento, las tiendas de belleza -como Sephora- se llenan de menores en busca del último producto de retinol, las novedades en ácido hialurónico o los mejores contornos de ojos. De ahí su nombre.
'Sephora tweens': problemas para la salud de la piel
Esta práctica tiene dos vertientes con consecuencias para la salud: la mental y la física. "Adoptar y hacer rutinas cosméticas erróneas, con productos no adecuados e innecesarios para su edad, puede acarrear graves problemas para la salud de su piel", comenta la farmacéutica.
Esta mala tendencia de abusar de la cosmética y de seguir una rutina sin sentido, hace que los adolescentes, y los no tan adolescentes, corran el riesgo de padecer patologías y alteraciones en la piel como irritaciones, dermatitis, quemaduras, acné o sensibilización cutánea. Como asegura Arias, "todos estos productos inadecuados que vemos que utilizan alterarán la función barrera, generando una piel hiperreactiva tanto interna como externamente”.
Sin embargo, no podemos olvidar que esta tendencia esconde algo detrás: el impacto psicológico.
El impacto psicológico de la obsesión adolescente por la belleza
"Pueden sentirse impulsadas a usarlos debido a las influencias socioculturales, la presión de los medios y las redes sociales ('influencers' y otros personajes), y los estereotipos que promueven estándares de belleza idealizados. Esto, muchas veces, puede generar una percepción distorsionada de la propia imagen y un deseo de ajustarse a normas estéticas que están socialmente aceptadas (pero cambian según la época), aun cuando no sean adecuadas para su edad o las necesidades de la piel", responde Unai Aso, psicólogo de Buencoco.
Ya hay estudios que muestran que el consumo de redes sociales puede afectar negativamente a la autoestima y la imagen corporal de chicas jóvenes, sobre todo si se produce comparación con modelos 'ideales' de belleza: "Habitualmente, este tipo de plataformas suelen presentar imágenes idealizadas y modificadas de la apariencia y la figura corporal, lo que puede generar comparaciones poco realistas y sentimientos de insuficiencia", explica el psicólogo.
"Ojalá fuera como ella", "hago todo lo que hace la influencer, pero no consigo ser igual", son pensamientos que preocupan mucho a los expertos que ven como los estándares idealizados están acabando con la autoestima de estas adolescentes que están en pleno proceso de madurez.
El experto explica que, además de la baja autoestima y los trastornos de la imagen corporal, también puede haber un aumento en el riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria, especialmente si se internalizan ideales de delgadez y de perfección física.
"Compararse constantemente con estándares inalcanzables también puede generar ansiedad y depresión, ya que las jóvenes pueden sentirse constantemente insatisfechas con su apariencia y con miedo a ser juzgadas socialmente. Esto puede llevar a un aislamiento social y dificultades en el desarrollo de relaciones saludables", destaca.
A nivel cognitivo, estas presiones pueden perturbar la capacidad de las niñas para concentrarse en otros aspectos importantes de su vida, como el rendimiento académico, por ejemplo.
¿Cuál es el papel de los padres en este proceso?
"Los padres y, en general, los cuidadores, pueden abordar la conversación sobre el cuidado de la piel y la belleza física de manera saludable, por ejemplo, enfocándose en la diversidad y la aceptación de la propia imagen corporal, evitando comparaciones", explica.
También es importante educar correctamente respecto a asuntos relacionados con la higiene personal y la importancia de usar productos seguros y apropiados para la edad, alejándose del enfoque exclusivo en la estética y más hacia la salud y el bienestar psicológico: "Si las chicas hacen preguntas, los padres tienen que mantener una comunicación abierta y permitir que expresen sus inquietudes, ofrecer apoyo y acompañamiento, y tratar de desafiar con ellas -usando el pensamiento crítico-, los estereotipos y las normas culturales impuestas respecto a los ideales de belleza", sostiene.
Principales riesgos de la cosmeticorexia
Problemas como la dismorfia corporal, donde los jóvenes pueden tener una visión irreal y negativa de su cuerpo, percibiendo defectos que no existen o son menores, también están asociados a una obsesión por la apariencia física. "Socialmente, los jóvenes también pueden experimentar conflictos con sus compañeros debido a su enfoque exclusivo en la belleza física, evitando actividades sociales o escolares por miedo a ser juzgados por su apariencia, o involucrándose en competiciones, lo que puede deteriorar las relaciones y fomentar un ambiente de envidia o rivalidad patológica", sentencia Aso.
¿Qué productos necesita realmente una piel adolescente?
Se han visto casos en los que los adolescentes empiezan a utilizar activos como el retinol, la vitamina C o la niacinamida. La experta Asun Arias señala: "Los adolescentes pueden añadir un sérum antioxidante rico en Vitamina C. Es el complemento perfecto para seguir protegiendo la piel de sus ‘agresores’ y una manera de ir educándola hacia una buena rutina facial. Un retinol o un contorno de ojos no será necesario hasta los 25 años, que es cuando el organismo empieza a ralentizarse y comienza el envejecimiento. Pero todo dependerá del estilo de vida y el tipo de piel".
En esta época, es probable que empiecen a aparecer los primeros signos de acné, pero en estos casos, la experta recomienda acudir a un especialista y no dejarse guiar por las recomendaciones en redes sociales.
SKINROUTINE by Paloma Sancho Aceite Desmaquillante 150ml
Como explica Arias, lo único que necesita una piel adolescente es la limpieza facial y la protección solar: "Para eliminar impurezas y controlar la secreción de sebo preservando la barrera hidrolipídica es esencial realizar la doble limpieza". "El sol daña nuestra piel desde que somos muy jóvenes. Protegernos de él es fundamental, así como aplicar una fórmula que también proteja y mejore la capa hidrolipídica, que es la más importante porque es la que actúa como escudo frente a los agentes externos que debilitan y empeoran el estado de nuestra piel", señala la farmacéutica experta.
Por lo demás, mejor esperar, hay mucho tiempo para empezar con el resto de productos, y ahora, no es el momento.
Isa Espín es periodista especializada en moda, belleza y estilo de vida. Escribir es su profesión y usarse como conejillo de indias, para probar todas las tendencias cosméticas, su pasión. Tiene una manía: no puede llevar más de seis meses el mismo corte de pelo y ya no recuerda cómo son sus uñas sin pintar. Le encanta probar diferentes tipos de maquillaje, coleccionar perfumes y las cremas naturales. A lo mejor se olvida las llaves en casa, pero un buen iluminador facial, un eyeliner y una máscara de pestañas son obligatorias en su bolso. Estudió el Grado en Documentación y el Grado en Periodismo en la Universidad de Murcia. Además, cuenta con el posgrado de Locución y Presentación de Televisión, de RTVE, y el de Marketing Digital de Moda, de la UCJC, de Madrid. Tuvo un blog de moda y belleza que terminó derivando en su propia newsletter personal y ha trabajado en varios medios como redactora y Social Media.
Lleva una década escribiendo en medios digitales. Ha trabajado para La Verdad, XLSemanal (ABC) y 20minutos, entre otros. Actualmente, colabora en Cosmopolitan y Mujer.es. Es adicta a las gangas, enamorada del café y la gastronomía, y -en su tiempo libre- practica ballet. Experimentar es lo suyo, a veces las cosas le salen bien y otras veces, se ríe y nos las cuenta.
